martes, 14 de junio de 2016

El día que nos perdimos





El día que nos perdimos no dimos cuenta que esto no era tan especial
como pensábamos, éramos otra historia más, otro capítulo en un libro lleno de
palabras sin sentido, de protagonistas secundarios y de páginas contadas. Y ya
nos las hemos leído todas, ya no hay nada más que escribir por mucho que nos
empeñemos en ello. Creo que cuando la persona que tienes al lado ya no puede
aportarte nada es el momento exacto para irse, antes de hacer más daño. Y
estamos en ese punto, en el último capítulo de un libro que tenía que durar
para siempre, para siempre, otra de las tantas mentiras que escribimos. Ojala
pudiese quedarme leyéndote mucho más tiempo, pero empiezas a doler, y no me
quiero ir, pero no sé como quedarme a tu lado. Si de verdad lo sabes: dímelo, explícame
como me quedo al lado de alguien que hace tiempo cambió de libro. Creo que la
forma más valiente de querer es saber cuándo es momento de irse, los dos
sabemos que si me quedo vamos a terminar odiándonos, y... no nos merecemos eso.
Por eso me voy ahora, en el momento justo, donde ya no me queda ilusión por ti,
ni ganas de luchar en una guerra que ya está perdida. Ojala encuentres a
alguien que sepa quererte tal y como eres, con tus idas y venidas, tus momentos
de locura y tus paranoias. Ojala sepan ver que detrás de esa preciosa sonrisa
se esconde un corazón frágil. Aunque te empeñes en ponerte un escudo Yo, por mi
parte, te echaré de menos, lo sé, se que aunque me vaya yo, soy quien peor lo
va a pasar, pero es tan necesario tomar distancia para poder ver todo con
claridad, me he puesto demasiadas veces la venda en los ojos y ya ni si quiera
se cuando creerte o cuando seguir pensando que todo es como antes. Y no, no lo
es, ni tu ni yo somos los de antes, ya no existe un nosotros, ya no hay planes
compartidos, ni cervezas a medias. Ya solo queda el recuerdo de lo que pudo ser
y no fue. Supongo que tu también te estás dando cuenta, llevo tiempo intentando
despedirme de ti, pero no pude. ¿Cómo no íbamos a estar distanciados si ni si
quiera hemos sido capaces de decirnos lo que sentimos? Yo no me quiero ir, y tu
quieres que me quede. Pero callamos, por miedo a una respuesta que todavía
duela mas. No me voy a quitar culpa, estos últimos meses hubiese podido luchar
por ti, pero me quedé sin fuerzas y jugamos a eso de que si tu pasas yo paso
más, y ahora ya hay demasiada distancia entre nosotros como para volver a los
que un día fuimos. Ojala, en un tiempo sea capaz de volver al lugar del que no
me iba a ir nunca, ojala dejes de doler y pueda regresar, mientras tanto cuídate,
que yo ya no puedo hacerlo, se feliz y nunca olvides que te prometí que no me iría
nunca...pero tampoco pensé que llegarías a doler tanto. Y si me quedo voy a
terminar complementa mente rota. Espero que tú seas capaz de recordar sin que
te duela, espero que aprendas a cuidar aquello que no quieres perder. Y ojala
cuando nos volvamos a cruzar seas capaz de decirme que me has echado de menos y
que quieres que vuelva. Ojala ese día yo te siga echando de menos. Hasta
entonces... recuérdame, aunque solo sea una vez al día. Recuérdame, que yo no
seré capaz de olvidarte.





miércoles, 8 de junio de 2016

Te echo de menos



Te echo de menos, echo de menos cuando sonreías sin ningún motivo,
simplemente por el hecho de seguir viviendo, echo de menos aquellas tardes
donde no hacer nada lo era todo. Te recuerdo hace unos meses siempre con ganas
de luchar, con una sonrisa por bandera y sin más patria que donde estaba la
gente que querías. Recuerdo aquellos días hablando hasta las tantas contigo,
del pasado, del presente, y de un futuro que no existe. Y es que hace mucho que
ya no eres la misma persona, ya no sonríes cuando nadie te mira, ya no eres
capaz de escuchar ciertas canciones sin recordar, ya ni si quiera me escribes.
Echo tanto de menos aquello que fuiste, recuerdo que antes me querías y no
entiendo qué coño ha pasado para que ahora no seas capaz de mirarme a los ojos,
tal vez te de miedo lo que tienes enfrente, tal vez no quieres aceptar que es
cierto, que has cambiado, que ya no eres aquello que fuiste, aquello que
prometiste que nunca dejarías de ser. Y ya no lo eres. Quiero que todo sea cómo
antes, como cuando tenías magia para resolver cualquier problema, cuando nos
entendíamos con una mirada, cuando decías las cosas a la cara sin miedo a que
pudiese opinar el resto de la gente. Cuando no tenías miedo de querer, de
quererme, y el miedo no entraba dentro de tus planes. Quiero volver a ver
aquellos ojos llenos de dudas pero siempre con una solución en la sonrisa,
aquella sonrisa que tanto me gusta, aquella sonrisa que ahora no encuentro por
ninguno de los cajones de mi habitación. ¿Donde se escondieron tus ganas de
reír? ¿Tus ganas de luchar por mí? ¿Todo aquello que prometiste? Donde están
todas aquellas promesas? Me juraste que seriamos felices, y ahora tengo que ver
alguna fotografía para recordarte feliz, y duele, joder que si duele... Duele
recordar como hace unos años éramos el equipo perfecto, el equilibrio para una
vida que sabíamos que estaba llena de baches, pero nadie me dijo que terminaría
enamorándome de unos de ellos, y que entonces empezaría a echarte de menos a
ti. Es cierto que en la vida no se puede tener todo... Pero te prometo que no
quiero volver a perderte nunca, y, si, tal vez me equivoque, de hecho estoy
segura que me equivoque cuando decidí que era mejor estar con el que contigo,
lo hice mal y lo estoy pagando cada día, pero si te sirve de algo: nunca
volveré a alejarme de ti, pero tienes que volver a ser como eras antes, con esa
sonrisa que era capaz de ganarle la guerra a cualquier hijo de puta que se
cruce por el camino. De verdad, perdóname por olvidarme de ti, por no saber
cuidarte, por no darme cuenta que te estabas convirtiendo en una persona fría,
en todo lo que dijimos que nunca seriamos. Y ojala vuelvas pronto, porque nunca
pensé que echar de menos a alguien fuese tan duro, pero si hay algo más triste
que echar de menos a alguien... es que ese alguien seas tú mismo. Ojala sea
capaz de perdonarme porque me echo de menos. Y duele.

viernes, 3 de junio de 2016

Entre todo y nada



Empezaré diciendo que nunca pensé escribirte esto, nunca pensé decir vuelve a una persona que no iba a marcharse. Lo hicimos todo al revés, no vamos a mentirnos, recuerdo la primera vez que sentí tu ausencia, cada día era un recuerdo continuo de aquellas noches bailando o aquellas madrugadas donde no existía nada que no fuese tu sonrisa y mis ganas de perderme en ella, tal vez lo que empezó como un juego se convirtió en una costumbre, en una necesidad. Pasar de estar un rato juntos a compartir las horas como si fuesen minutos, pasamos de ser nada a serlo todo sin ni siquiera ser nada. Tu ya me entiendes y no hacía falta que nos entendiese nadie más, me bastaba con saber que me querías, que nos queríamos sin tener que dar explicaciones a nadie y ser tener una fecha de principio, pero si la teníamos de fin y los dos éramos conscientes de ello. tal vez es cierto que para terminar algo debe empezar y nunca empezamos, siempre jugamos a querernos a escondidas, a ser todo sin ser nada, eso fue, jugamos a no querernos y perdí, perdí el día que me di cuenta lo mucho que te iba a echar de menos. Y llegó el fin, como siempre, y vuelta a empezar, pero lejos. Tocaba aprender a ser amigos, de esos que luego no se van a casa juntos ni comparten cama, de los de verdad, y no sé cómo pero al final aprendimos, tal vez por la distancia que nos separaba o simplemente porque era la única forma de no perdernos del todo. Te superé, nos superamos el día que compartimos cama por separado y no nos dolió, ese día entendimos que ya no nos hacíamos daño, que todo el dolor había desaparecido y nos quedaba eso: amistad. Aunque resulta curioso porque nunca fuimos más que eso, de alguna forma lo fuimos todo sin ser nada, nunca nos hizo falta etiquetarnos como pareja porque los dos sabíamos lo que sentíamos y nos importaba una mierda si el resto del mundo no entendía por qué nos mirábamos así o porque siempre estábamos juntos. Me importaba todo una mierda cuando estaba contigo, esa es la verdad. Pero no te quiero hablar de eso, quiero hablar del presente, de dos personas que por un mal entendido son capaces ni de mirarme a los ojos, y ya no te hablo de que si un día me quisiste o si un día estuviste enamorado, ya te hablo como aquello que nunca dejamos de ser: amigos. Porque tal vez un amor se puede sustituir pero un amigo debe ser más complicado, y no, no quiero volver a aquello que teníamos hace un tiempo, no, pero te prometí que siempre estaría contigo de una u otra forma, y ahora eres tú quien no me deja cumplir esa promesa. Ojala algún día te des cuenta que te perdí una vez, y no quiero perderte dos veces, no quiero tener que olvidar esa parte que me queda de ti, no quiero ser un recuerdo, quiero ser a quien acudes cuando estás bien pero también cuando todo falla, a quien le cuentas que has tenido un día de mierda y con quien celebras las victorias. Quiero que te des cuenta que una amistad no se rompe por una tontería. Y ojala te des cuenta pronto porque me gustaría saber cómo no eres capaz de mirarme a los ojos después de compartir tantas miradas, como has conseguido borrarme de tu vida por una tontería, tal vez me queda pensar que ni antes nos quisimos tanto ni ahora me odias tanto, quiero decir...no entiendo cómo puedes dejar de querer a alguien tan rápido, o cómo puedes ignorar a alguien que quieres.. Y, si tú puedes enséñame, que esto se me hace cuesta arriba.

miércoles, 1 de junio de 2016

Contigo



No me gusta pensar en el futuro y he aprendido a no pensar en el
pasado, el futuro tal vez me de miedo y el pasado es eso: pasado, algo que no
va a volver y que me he dado cuenta que no merece vivir en un lugar que ni si
quiera existe, no se puede vivir de un recuerdo. Hace un tiempo que cuando veo
el vaso medio vacío me lo termino y me pongo otra copa, y así hasta que lo veo
medio lleno, o hasta que me emborracho y que le den por el culo al vaso.
Siempre he sido un chica sonriente, pero nunca he sido la causa de esa sonrisa,
quiero decir, mi felicidad siempre ha dependido de alguien, no digo que sea una
chica débil, no lo soy, pero siempre alguien tenía ser quien me daba esa fuerza
para seguir luchando, hasta que te das cuenta que cuando tu vida depende de
otra sonrisa realmente no estás queriendo bien, y tampoco es justo que la otra
persona tenga el peso de tu sonrisa, que somos demasiado egoístas en ese
aspecto, no te preocupas tu por ser feliz...y tiene que preocuparse otra
persona? No, no es justo. Pero al final aprendes que no es sano querer de esa
forma, que puedes querer muchísimo, pero estas queriendo mal. Al final ya no
sabes si estás con el porqué le quieres o simplemente por esa dependencia. Con
el paso del tiempo y las hostias que vas coleccionando te das cuenta que debes
aprender a no depender de nadie que no seas tú, debes dejar que otra persona te
acompañe y haga el camino más fácil, pero no ir tras sus pasos, no esperar a
que te quieran para quererte ni dejar tu vida en otras manos, porque tarde o
temprano la pueden soltar y entonces ya no te queda nada. Puedo decir que he
aprendido a compartir camino y ojala destino desde que aquella sonrisa se cruzó
con la mía enseñándome que se puede querer de otra forma, se debe querer de
otra forma. Mostrándome un camino lleno de piedras, pero que estaba dispuesto a
recorrer conmigo. Estaba harta de la gente que me decía que todo iba a salir
bien, y fue él quien me dijo que mi mundo se estaba yendo a la mierda, pero que
se quedaría conmigo para volver a construirlo. Y es justo eso, alguien que te
diga las cosas tal y como son, que no te cuente el cuento de un para siempre
que no siente, que te diga que hoy te quiere, pero mañana no lo sabe. Que sepa
marcharse cuando ya no siente nada y no se quede ahí por comodidad, por pena o
por imbécil. Que sea capaz de decir te quiero mirándote a los ojos y no solo
por mensaje de texto, que te deje decidir tu vida y aceptar las decisiones aunque
sea él quien sale perdiendo. Alguien que te quiera, que te quiera de verdad,
que no te necesite y aún así quiera estar contigo, que pueda vivir sin ti pero
no quiera, eso es. Y un día aparece, como de la nada, sin presentarse y decir
que va a cambiar tu vida y te enseña que las promesas no son más que palabras
sueltas, que los para siempre son tan falsos como un hasta nunca, que hay que
quererse con hechos y no con palabras, que tal vez en unos meses todo termine y
por ello hay que aprovechar el tiempo en lugar de tener miedo, que el miedo es
el mayor enemigo del amor, y que el amor no da vida, pero la hace mucho más
fácil. La verdad que no sé qué va a pasar, pero quiero que pase contigo.

jueves, 26 de mayo de 2016

Carta de despedida



Esta vez te escribo para decirte que no puedo más, que hace mucho que
no encuentro motivos para seguir a tu lado, para seguir en general, te escribo
para decirte que tengo la sensación que sobro en tu vida, que si me voy ni si
quiera me echarás de menos, que vas a estar mejor sin mí, que ya no hay sitio
para este triste corazones entre tus cajones. Y no te culpo, yo tampoco
quisiera estar con alguien que tiene que estar triste dos veces al mes por
costumbre, que es más miedo que persona y que todo le afecta demasiado, fue mi
error intentar quererte cuando ni si quiera soy capaz de quererme yo. Hace
mucho que rompo a llorar por cualquier estupidez, y me afecta demasiado todo lo
que haces, hace mucho que veo que no soy suficiente para un corazón que también
está roto, ¿ Cómo se nos ocurrió construir algo si los dos estábamos rotos? Que
estupidez. Tú necesitas alguien que te regale sonrisas y no dolores de cabeza,
alguien que sepa cómo solucionar los problemas en lugar de hacerlos más
grandes, que sepa estar sin ti sin echarte de menos cada dos minutos, que sepa
hacerte feliz, que sepa quererte cuando ni siquiera tu lo haces, que no te
quiera tanto, que te quiera mejor. Tal vez despedirme es un acto egoísta para
ver si realmente no quieres perderme, tal vez solo busco una reacción, tal vez
me quiero tan poco que todavía dudo que alguien sea capaz de hacerlo. Y por eso
no termino de creerte. Nunca te pedí nada que no estaba dispuesta a dar, sobra
con un abrazo cuando me visiten los fantasmas del pasado, me basta con un paseo
por la playa o un te quiero por las noches. No quiero regalos ni viajes al fin
del mundo, ni promesas de esas que nunca cumpliremos, ni que me dibujes un
futuro en la espalda, siempre quise quererte hoy y mañana ojala también, pero
ya veremos. No quiero un para siempre que ni si quiera sabemos si vamos a
cumplir, no quiero que seas mío, quiero que seas conmigo, y aprender a querer
cada una de tus heridas en lugar de intentar borrarlas. Pero hace mucho que tal
vez tu, tal vez yo, pero no somos los mismos, tal vez cada día necesito más de
ti o tu cada día me necesites menos, o simplemente sea una rayada de alguien
que no está acostumbrada a que las cosas le vayan bien y tiene que buscar
problemas donde no los hay. No pretendo que me entiendas, no consigo hacerlo
yo, tal que hay que ser muy cobarde para irse del lado de quien quieres, o tal
vez sea de valientes, no lo sé. Tal vez sea una carta de despedida, tal vez un último
grito de socorro, tal vez un « necesito quedarme a tu lado» porque quien quiere
irse de verdad se va, quien quiere quedarse amenaza con un adiós esperando
escuchar un «no te vayas» Y ojala te des cuenta de ello y no me obligues a irme
porque no sé si lo soportaría

martes, 24 de mayo de 2016

Verdades como puñales



Cansada de escribirte, de intentar describirte, de darme cuenta que
siempre fuiste poesía y solo fui un verso entre un millón de palabras. Cansada
de ver cómo el mundo se va a la mierda y no hacemos nada por evitarlo, cansada
de que me digan como cuando y porque debo pensar, cansada de pensar que mañana
será distinto, cansada de esperar los cambios que no llegan, de tener que
callar porque nos han prohibido decir lo que pensamos, nos prohíben pensar por
nosotros mismos por miedo a que seamos más listos que aquellos que intentan
decirnos que no debemos apartarnos del rebaño, cansada del rebaño y de que
sigan al pastor de siempre sabiendo que nos estamos yendo a la mierda. Estoy
harta de tener que callar para evitar tener una bronca con alguien, de que me
miren mal porque me guste un tipo de música en concreto, de tener que elegir
entre derechas e izquierdas cuando hace mucho tiempo que no se diferencian,
harta de ser libre entre rejas, de no poder levantar el vuelo por si a alguien
le molestan mis alas. Harta de amores baratos, de te quieros fingidos y de
amigos que nunca están. Harta de las relaciones de whattsap, de tener que estar
controlando a otra persona todo el día, de los enfados por la última conexión y
de estar con el puto móvil cuando puedes estar mirando a alguien a los ojos.
Cansada de ver como aún hay gente que se cree más que otra gente, como alguien
piensa que tiene poder sobre otra persona, cansada de las personas que se dejan
dominar hasta el punto de ser marionetas. Hasta los cojones de los machistas
que si no soy suya no seré de nadie, que siguen sin entender que soy mía, a ver
si de una vez os enteráis que amar a alguien no es tenerlo en propiedad, no es
domesticarlo a tu gusto, no es intentar cambiarle. Amar es aceptar a la otra
persona tal y como es, y encontrar a alguien con quien ser libre. Harta de quien
cree que ser libre es ir de cama en cama, de que no entiendan que me refiero es
a tener la opción de ser yo quien decida donde quiero dormir y aún así querer
ir a la misma cama todas las noches. De tener el poder de decidir si quiero
salir con mis amigas de fiesta o quiero un sábado de cine sin estar
condicionada de que si no voy al cine voy a tener a alguien de morros 2 días.
Estoy harta de tener que estar dando explicaciones cada dos por tres de si mis
amigos son mis amigos o somos algo más, ojala algún día alguien os enseñe que
se puede ser amigo de alguien de tu sexo opuesto, y ojala descubráis que os
pueden aportar muchísimas más cosas de las que creéis. Estoy harta de tener que
llamar a alguien maricón porque se enamore de una persona y no de un género,
harta de las miradas de odio y de que os penséis que ser diferente es algo
malo. El problema lo tienen los que son iguales, que no os enteráis. Harta de
ver como niños insultan a otros niños sin pararse a pensar que pueden estar
jodiendole la vida. Harta de la mierda de sociedad en la que vivo, que, o
empezamos a cambiarla, o nos va a terminar cambiando. Y no queremos eso, a ver
si nos damos cuenta antes de que sea tarde, pero se está haciendo tarde, muy
tarde

Distancia, que jodido nombre tienes





Que no os engañen, no es fácil querer a alguien que está lejos, no lo
es, no es fácil ver como una persona que está a kilómetros es capaz de apoyarte
más que alguien que tienes al lado, no lo entiendes y empiezas a plantearte si
toda tu vida hasta entonces ha sido una mentira. Y no, no lo ha sido,
simplemente hay gente que es capaz de darte todo desde la otra punta del país,
tal vez porque no te tiene siempre y por ello te valora, tal vez porque os veis
poco y disfrutáis de esos momentos o tal vez porque realmente es una persona
especial que ojala estuviese cerca. Existen dos tipos de distancia, la gente
que vive lejos y la gente que se ha ido lejos, la que vive lejos os aseguro que
se puede llegar a tener una relación de las de verdad, y sobre todo si hablamos
de amistad ya que una amistad es mucho más legal que un amor. Se puede, y se
pueden hacer 700km con coche por ver a alguien solo dos días, y se puede vivir
pegada a un teléfono para saber cómo está, incluso se puede pasar 4 días sin
hablar con esa persona que cuando vuelvas a hablar será igual, porque es una
relación de verdad, sin temor a que te estén queriendo por interés, sin dudas
de si solo te quiere cuando se aburre, sin dudas de ningún tipo, solo el dolor
de ver que os separan un puñado de kilómetros y no puedes abrazar siempre que
quieres, pero por eso es tan especial cuando vuelves a ver a esa persona,
porque aprovechamos todos los instantes, todos los segundos a su lado porque
sabemos que en unos días nos volvemos a separar. (Ojala toda la gente actuase
así y no quedase por quedar, quedase para estar todos con el móvil o para sentarnos
a ver la vida pasar) ojala aprendamos eso de querernos como si mañana fuésemos
a perdernos, porque algún día será así y nos arrepentiremos. Por otra parte
está quien se tiene que ir, y ahí tal vez ya tengo más dudas, ahí es cuando el
dolor y el echar de menos se vuelve insoportable, pero te acostumbras, y es
triste, porque realmente te estás acostumbrando a que esa persona no esté
contigo, y si con suerte era un amigo de verdad, un novio de verdad o lo que
sea de verdad, cuando vuelva todo será como antes, y si realmente no lo era: es
una buena forma de darte cuenta de ello. que si creo en las relaciones a
distancia? Creo en las relaciones y pienso que la distancia no es más que un
puñado de kilómetros, que la distancia que realmente separa es la de dos
cuerpos que están cerca y se sienten lejos, eso sí que es jodido y no tener
diferentes puntos cardinales La distancia tal vez no es tan mala como la
pintan, si, es una putada, pero hay cosas peores, hay gente que les separan un
puñado de silencios, un saco de mentiras o un sinfín de reproches, la distancia
solo son kilómetros que tarde o temprano vas a poder recorrer para dar un
abrazo, para vivir los días mas maravillosos de tu vida y también os lo
digo...para luego estar jodido, es una sensación rara, es como tocar la
felicidad con la punta de los dedos y que unos días después de la quiten y
tengas que volver a la realidad, y si, el golpe duele, pero vale la pena. Y
aunque otra vez tengas que aprender a vivir lejos, y tengas que volver a echar
de menos y todo eso, sabes, que en algún momento vas a volver y entonces todo
será como antes, porque la distancia o te mata o nos hace muchísimo más
fuertes. Y elegimos ser fuertes, y lo vamos a ser

miércoles, 18 de mayo de 2016

Aquellas personas



Estoy harta de la gente que ni come ni deja comer, estos que se quedan
a las puertas de tu vida, sin entrar, sin salir y sin dejar que entre nadie.
Los que no quieren quedarse pero tampoco se van, los que se van pero siempre
vuelven, los que están sin estar y los que juegan a querer a medias. No
entiendo que os pasa por la cabeza, es fácil, si quieres te quedas y sino vete,
pero no vuelvas, y mucho menos te quedes en la puerta esperando a que sea yo
quien vaya detrás tuyo, vete, y cuando te arrepientas no me llames, no me
escribas, no me busques, si tuviste fuerza para irte, tenla para no volver.
Otro caso diferente es quien se va porque no sabe como quedarse por mucho que
quiera, entiendo esa situación porque la he vivido, yo también he querido
quedarme al lado de alguien que me estaba haciendo daño o que simplemente había
llegado tarde a su vida, en ese caso, vuelve cuando quieras, cuando puedas,
cuando seamos capaces de querernos sin cicatrices de por medio. También me jode
quien se queda para hacer daño, y si, tal vez no sea apropósito, pero duele,
duele mucho más que si se va, y ahí es cuando la culpa es tuya por no ser tu
quien te vas porque te están haciendo daño, pero de eso...no quiero hablar, es
más fácil echar la culpa a los demás y pretender que todo el mundo salga y
entre de tu vida como tu quieres, sin pararte a pensar que el poder de tu vida
lo tienes tú, y quien te duele: fuera, y quien no te gusta; fuera, y quien te
provoca mas lágrimas que sonrisas..Fuera. Pero somos imbéciles y nos encanta
quedarnos quietos esperando que un milagro nos solucione la vida o que la otra
persona cambie, sin saber que la gente no cambia, simplemente maquilla su
realidad, su personalidad o sus complejos, pero no cambian. Y justamente si lo
hacen suele ser a peor. Pero tampoco es su culpa, muchas veces creemos que la
gente ha cambiado y no es así, me explico, cuando nos enamoramos idealizamos
tanto a la otra persona que cuando la realidad nos da en las narices nos
volvemos locos, nos creemos que es perfecto, que es diferente, que vas a estar
siempre con el, que todo será maravilloso, y no, es como todo el mundo, solo
que te has enamorado de él y te has puesto aquella famosa venda en los ojos, y
por eso cuando se cae lo pasamos tan mal. A ver si aprendemos a querernos de
verdad, con nuestros defectos, sabiendo que la otra persona no es más ni menos
perfecta que tu, con el riesgo de que algún día todo puede terminar y la
tranquilidad de saber que conocemos bien a la persona, aunque no nos guste el
100% de ella. Estoy segura que así nos ahorraríamos muchas peleas, y de ahí eso
que dicen que los primeros meses de relación son los primeros, justo cuando te
inventas la persona que quieres que sea, cuando modelas a tu gusto a la persona
que tienes enfrente, pero al final te das cuenta que aquella perfección no
existe, que simplemente es una persona que decide compartir camino contigo, y
no por ello es mejor o peor que otra. Así que...recuerda que no, no ha
cambiado, siempre ha sido así pero no quisiste darte cuenta. Algo que también
me molesta es la gente que ni contigo ni sin ti, que no sabe quererte pero no
deja que le olvides, que cuando estás a punto de volver sonreír vuelve con
cualquier escusa tonta, esa gente que tiene un radar para saber cuándo es el
mejor momento para hablarte y que la cabeza te empiece a dar vueltas y
confundas presente pasando y futuros, odio profundamente a esa clase de gente,
y desgraciadamente hay demasiada. Pero vuelve a ser nuestra culpa dejar que el
pasado nos confunda, tal vez si nos quisiésemos un poco más le recordaríamos
mucho menos y no dejaríamos que regresasen a un lugar que destrozaron. Joder,
no sé, Si no vas a ser camino....Al menos no seas piedra.

martes, 17 de mayo de 2016

Aquel cabrón



He estado ordenando los destrozos de este año y creo que le debemos
demasiadas facturas al olvido, tengo demasiadas cuentas pendientes con el
pasado y demasiadas preguntas que aún no logré responder, tal vez por eso sigo
escribiendo. Tal vez por la necesidad de gritar que estoy harta de los amores
de rebajas y los te quiero sin sentido, tal vez porque nunca supe como decirte
que estaba harta de tu forma de querer, que si me vas a querer así..que mejor
que no me quieras. Algún día entenderás que amor era aquello que te conté
aquella noche cuando llevábamos alguna copa de más y mucha vergüenza de menos,
y cuando lo entiendas te preguntarás porque no fuiste capaz de darte cuenta a
tiempo. Y estoy segura de ello, y no voy a decirte que nadie te va a querer
como yo y todas esas cosas que decimos para sentirnos bien con nosotros mismos,
no, estoy segura que llegará alguien que te quiera el doble, que sea capaz de
quererte pero sin peros, con todas tus manías y defectos. También creo que
algún día te enamorarás, y esta vez de verdad, y entonces entenderás el daño
que puede llegar a causar un corazón cuando no te pertenece, entonces entenderás
todas las noches que lloré mientras dormías, y todas las veces que me enfadé
sin si quiera tener un motivo aparente, cuando tengas miedo a perder aquello
que quieres entenderás todo eso. Hasta entonces sigue pensando que amor es eso
de ir durmiendo de cama en cama por miedo a dormir solo, de ir de beso en beso
por miedo a que sea la soledad quien se enamore de ti. Ojala cuando te des
cuenta que el amor no tiene nada que ver con eso no sea demasiado tarde. Ojala
abras los ojos antes de quedarte jodidamente solo, porque si, porque el que
juega con tantos corazones al final, cuando ya no tiene nadie con quien jugar
se siente completamente vacío, y ojala no llegues a sentir tanto vacío como el
que sentí yo en su día, cuando decidiste que la mejor opción era jugar a ver
quien hacía más daño. Ganaste y por goleada. Tal vez fue ahí cuando me di
cuenta que no era más que otra de tu colección de corazones rotos, cuando solo
había sido el capricho que no podías tener y por eso lo querías. Tal vez
simplemente te cansaste de que te quisieran, te asustaste al ver que esto no
era un juego, que por fin alguien quería quedarse a compartir tus defectos, y
te fuiste por miedo a quedarte, o por no saber cómo quedarte, o , quien sabe,
lo importante es que te fuiste, ya no importa el motivo. Y es normal, siempre
has ido de brazo en brazo y tuviste miedo de que alguien te llamase hogar,
siempre jugando a querer hasta que te diste cuenta que, tal vez, aquel te
quiero era cierto y entonces tuviste miedo, no de perderme, sino de perderte, a
ti, al cabrón que juega a no enamorarse para no pasarlo mal. Y ahora miramos,
yo soy feliz y tú sigues negando que eres capaz de sentir algo, que alguien
tiene el poder de hacerte daño. Es más cómodo seguir con la coraza de tipo
duro, pero te he visto mirarme como quien mira al horizonte y he visto la cara
de tonto que ponías cuando despertabas a mi lado, que te he visto sonreír como
un niño pequeño la primera vez que te dije te quiero y he visto el miedo en tus
ojos cuando quise irme, Pero sigue jugando a ser un cabrón, sigue siendo el
tipo duro, y cuando te quedes complementa mente solo búscame y dime que tenía
razón, que tal vez te rompan pero no se puede vivir siempre con una coraza, que
tarde o temprano llega alguien que te deja ser completamente tú, y aunque ese
día sea tarde, y no sea yo, te acordarás de todo lo que te dije. Y yo, por mi
parte, no voy a pedirte que vuelvas, pero haré que te arrepientas de haberte
marchado por cobarde, por no saber afrontar que lo que empezó como un juego se
convirtió en aquello que llaman amor, por salir corriendo cuando era momento de
quedarse para siempre. Ojala algún día aceptes que aquel cabrón se enamoró como
nunca, y se fue por lo de siempre, por el miedo a perder, y por eso; perdiste.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Eso de quererte a medias



Tal vez esto sea lo más difícil que he escrito nunca, tal vez es más
fácil escribir sobre amores pasados, pero esta vez eres tu quien se está
convirtiendo en pasado, no sé cómo decirte que no quiero que te vayas, pero
tampoco quiero que te quedes así, a medias, con un ni contigo ni sin ti, con un
ahora si y ahora no entre los dientes. Quiero, que si te quedas sea como antes,
cuando no existía más promesa que compartir amaneceres, cuando eras prioridad
entre un montón de opciones, cuando dejamos de ser tu y yo y formamos un
nosotros. Quién sabe, tal vez es mi culpa por dejarte ver que eras tan
importante para mi, todo era más fácil cuando pensabas que pasaba de ti, nunca
nos quisimos tanto como cuando no éramos nada, cuando te esforzabas por sacarme
una sonrisa día a día y por compartir momentos. Tal vez, cuando viste que tu
vida ya formaba parte de la mía fue cuando decidiste que ya daba igual, que ya
habías conseguido lo que querías, que ahora era yo quien estaba detrás tuya, y así
no se puede, si no existe un equilibro no existe una estabilidad, y si no hay
estabilidad no hay confianza, y hace tanto que no confío en ti... y es triste,
es triste ver cómo me dices algo y no te creo, y me callo, y dudo de
absolutamente todo lo que tenga que ver contigo, y me vuelvo loca inventando
historias que ni si quiera existen, y si, me comen los celos, las dudas y el
miedo, pero sobretodo: La tristeza de lo que pudo ser y no fue, de lo que nunca
será. De aquel nosotros que ya nunca volverás a escribir en un papel, aquel
nosotros que seguiré escribiendo, por si acaso, por si decides volver a ser tu,
por si algún día me canso de quererte de más y echarte de menos, y eso es lo
más triste, echarte de menos cuando estás a mi lado, dormir en la misma cama
sin compartir sueños, mirarte y no reconocer el pasado en tus ojos, estar tan
jodidamente cerca separados por una distancia que es mucho peor que un puñado
de kilómetros; el silencio. El silencio de dos personas que fueron todo cuando
ni siquiera eran nada y ahora, ahora solo queda el recuerdo de un pasado que
jamás volverá a ser lo que fue, el compararte con tu yo del pasado y ver que no
estás, que ya no queda nada de aquellos ojos que dibujaban primaveras a su
paso, y ahora; invierno. y yo sin tu abrigo. Por eso no sé si quiero que te
quedes o te vayas, ya sabes Hay personas que se odian porque un día se quisieron,
y joder, te quise demasiado y no me gustaría tener que convertir todo eso en un
odio que ni siquiera serial real, odiar también es un sentimiento, y de los
fuertes. Y ya no sé cómo decirte esto, ya no sé cómo explicarte que quiero irme
solo para que te des cuenta que me voy y me detengas. No sé que ha pasado,
tampoco quiero saberlo, déjalo de verdad, no quiero escuchar otra escusa ni
tener que creerme otra mentira. Por eso una parte de mi quiere que te vayas,
para no llegar al punto de terminar odiándonos, para poder mirarnos a los ojos
sin agachar la cabeza, para marcharnos antes de hacernos más daño. Pero está la
otra parte, la de la esperanza, la que quiere que te quedes y olvidar estos últimos
meses, la que quiere volver a ver aquella sonrisa que era capaz de
transportarme a cualquier parte, la que ya no brilla igual que antes, de la
cual ya no soy motivo, ni causa, ni nada por el estilo. Lo que no entiendo es
porque no te vas de una vez, si ya no estamos bien, si se nota que no es lo de
antes, vete, de verdad, que haces más daño si te quedas, si te miro y no te
conozco, si tengo que estar comparándote con el pasado, con quien eras antes,
con quien nunca más serás. Rómpeme de una vez por todas a ver si con suerte te
escapas por alguna de las grietas. O quédate, pero para siempre que ya no me
vale eso de quererte a medias.

martes, 10 de mayo de 2016

No vuelvas





. Se tú el fuerte y vete a romper otro corazón, que aquí ya solo
quedan pedazos. Busca alguien con las ilusiones intactas y el miedo escondido a
quien poder hacer volar para luego cortarle las alas, que por aquí dejaste
demasiado miedo a las alturas. Encuentra alguien a quien aún le quede voz para
gritar por las noches tu nombre, que yo estoy demasiado ronca, que a mi no me
queda voz para aceptar que ganaste la partida, que si el amor es una batalla,
ganaste la guerra y tan solo fui prisionera de aquellos besos, besos que
intento olvidar con versos que nunca llegarás a leer. No te culpo, simplemente
no estábamos hechos el uno para el otro, y me di cuenta tarde, y por eso me
dolió tanto, porque no hay más ciego que el que tiene la realidad delante y se vuelve
a poner una venda, porque a veces construimos un mundo irreal por miedo a
afrontar que la realidad es otra completamente diferente, pero tarde o temprano
la vida te pega la hostia, te abre los ojos, y es entonces cuando te viene todo
de golpe, y es ahí cuando aprendes que una verdad a tiempo es mucho mejor que
una mentira de esas que no hacen daño, y el problema no fue las veces que
mentiste, fueron las veces que me mentí para poder quedarme al lado de alguien
que ya no estaba, para seguir queriendo a un corazón que hacía mucho que no era
mío. Me inventé mil escusas para quedarme por miedo a tener que irme, y ojala
hubiese sido consciente que cuando algo duele hay que salir corriendo y no
esperar a que te termine destrozando. Pero el quizá siempre me jugó una mala
pasada, y me aferré a la esperanza en lugar de aferrarme a un adiós, ahora, con
el tiempo he aprendido que una despedida a tiempo también es una victoria. Cada
cual hemos cometido nuestros errores, y no voy a repetirte los tuyos, tengo muy
claro que el mío fue depender de ti, construir mi mundo alrededor del tuyo,
darte el poder de destrozarme y confiar en que no lo hicieses, sin saber que en
el momento que le das tu vida a alguien...ya estás destrozado, no hoy, ni
mañana, pero terminarás jodida tarde o temprano. El error también fue quererte
por encima de mi misma, tal vez fue eso, que te quise tanto que se me olvidó
como era eso de quererme. Pero no puedo culparte por ello, no puedo culparte
por dejarme en la nada, fui yo quien te lo dio todo... y no te lo merecías. No
puedo culparte por no pensar lo mismo que yo, ni por qué fueses camino cuando
yo en realidad quería que fueses destino. Tal vez escribir esto sirva para
borrar los puntos suspensivos a una historia que hace mucho terminó, pero no
vuelvas... que no es fácil

lunes, 25 de abril de 2016

Ojala me quieras libre



A día de hoy aún sigo sin saber si debería
darte las gracias por desordenar mi vida, por romper todas las normas, los
esquemas y las líneas rectas. Tal vez era más fácil vivir sin ti, con la rutina
de no querer de más para no tener que echar de menos, con el yo no me enamoro
que luego lo paso mal, yo vivo el día a día, con no arriesgarme por miedo al
fracaso, con eso de no empezar una batalla por si acaso luego pierdo la guerra,
una vida tranquila, sin acelerar mucho por si no encuentro el freno, dejándome llevar
más por lo que pienso que por lo que siento. Pero llegaste, y pusiste mi mundo
patas arriba y me enseñaste que tal vez te pegues la hostia de tu vida pero la
adrenalina de acelerar vale la pena, que hay que luchar por aquello que ni si
quiera es tuyo, que hay que jugar para ganar, que si no ya estás perdido.
No te voy a mentir; llegaste como uno más,
nunca pensé compartir mi vida contigo, y mucho menos que me terminaría
enamorando de ti, creo que eres la última persona de la que quise enamorarme,
tu siempre fuiste de correr y yo de ver el paisaje, tenías una colección de
corazones rotos demasiado larga como para meterme en la boca del lobo. Otra vez
mis miedos, pero tal vez también me enseñaste que la gente cambia y que no todo
es lo que parece. No sé como lo hiciste pero cuando quise darme cuenta ya era
demasiado tarde para salir corriendo, ya era inevitable reír cuando escuchaba
tu nombre o quedarme mirando tus ojos cómo quien mira los suyos en el espejo.
Tal vez acepté lo que me estaba pasando la
primera vez que desperté contigo, sin darme cuenta llevaba 5 minutos mirando
cómo dormías, hasta que te despertaste y sonreíste ahí, ahí supe que esa
sonrisa era lo que quería ver por las mañanas, por las noches y a todas horas.
Sin querer pasaste de ser el chico que me hacía
reír a ser risa, a ser motivo para saltar desde un precipicio sin saber a qué
distancia está el suelo, y tenias razón, tal vez te revientes la cabeza pero
nadie puede quitarte esa sensación de poder volar. Es eso, me enseñaste a
volar, a no tener miedo del cambio, del riesgo, a quererte hoy sin pensar que
pasará mañana, a no leer el final del libro para poder disfrutar capitulo a
capitulo. Y a día de hoy, sigues siendo mi mejor historia. Y ojala el final
esté lejos, pero duerme conmigo hoy y mañana ya veremos.
Lo que más me gusta de ti es que no tengo que
dejar de ser yo para poder ser nosotros, que me enseñaste que el amor era
totalmente al contrario de lo que yo pensaba, que se puede amar libre, se debe
amar libre, compartir la libertad de dos personas que saben estar separadas
pero no quieren, que no dependen uno de otro y aún así deciden compartir
camino. Me enseñaste a diferenciar amor de obsesión y de la dependencia de
algunas personas, y tenías razón; El amor son dos cuerpos compartiendo
libertad, miedos, dudas, peleas, inseguridades, problemas, alegrías,
reconciliaciones, palabras, momentos, pero sobretodo eso: libertad.


Ningún corazón preso será capaz de querer de
verdad, ningún corazón que encierra será capaz de querer sin hacer daño.
Ninguna persona saldrá sin heridas de una cárcel sin fianza a los que algunos imbéciles
les gusta llamar amor. Ojala me quieras libre 

miércoles, 6 de abril de 2016

Pero no te vayas



“PERO NO TE VAYAS”
Llegaste cuando quise irme, cuando no tenía más motivo para
seguir que la filosofía de un “día mas es un día menos”. Llegaste y
desordenaste todos mis miedos, aprendí a mirarme al espejo sin tener que cerrar
los ojos para no ver mi propio reflejo, es cierto que había querido antes de
ti, pero me enseñaste a quererme, a mi, a un saco de defectos que por primera
vez pensaba que alguien le necesitaba, que para alguien no era una cualquiera.
Te quería de forma especial, y también me sentía así cuando estaba contigo.
Tal vez hablo en pasado por miedo a que te conviertas en eso,
en un pasado que no sería capaz de olvidar, y es que no quiero y no puedo
olvidarte, ¿Cómo olvidar quien me enseñó a recodarme? ¿Como ser fuerte sin
tener ese escudo que provocas en todos mis miedos, en todas mis heridas, en
todos mis pasados para construir un presente y ojala un futuro contigo.
También creo que es momento de pedir perdón por todas las
veces que no te creí, no dudé de ti, dude de mi, de que alguien como tú
quisiera estar al lado de un caos como el mío. Y tal vez no me di cuenta que
esas dudas te estaban haciendo daño, pero era inseguridad no desconfianza, creo
que debes saberlo.


Tal vez algún día te cansarás de tener que tirar de la
cuerda, de ser tú quien tiene que recordarme que quieres estar conmigo, y ese
día será mi culpa por pretender que me quieran cuando aún ni si quiera yo he
aprendido. Debe ser difícil estar con alguien a quien tienes que recordarle que
no quieres perderla, quien tiene mil rayadas en la cabeza, quien analiza
demasiado tus silencios y piensa que a la mínima te vas a marchar, pero ha sido
tanta la gente que se fue, o que yo dejé escapar que tengo miedo, porque si te
vas te llevarás contigo esa fuerza que me diste el día que decidiste compartir
conmigo almohada, el día que me demostraste que no solo querías dormir conmigo
sino también despertarte. Y ojala, ojala aprenda a compartir una vida contigo y
no a depender de ti, ese día estaré segura de que esto va a funcionar. Ojala
aprenda que mi fuerza no depende de ti, que tu solo eres escudo, pero la
fortaleza debe ser mía. Ojala nunca te canses de este puto caos, ojala sigas
siendo parte de este desastre. Ya sabes...” que somos un desastre y yo quiero
desordenar mi vida”  Ojala tuviese las
palabras exactas para decirte que te conozco desde siempre aunque llegaste hace
un rato, que no sé escribir lo que siento, pero no te vayas, nunca. 

martes, 5 de abril de 2016

Gracias, supongo



Ahora se que no mereces cada una de las lágrimas que te
regalé, y créeme que no fueron pocas. Fui tan imbécil por no abrir los ojos
durante todo este tiempo, tal vez sea momento de aceptar que nunca te importé,
que nunca supiste como quedarte porque realmente siempre quisiste irte. Y ojala
te hubieses ido antes y no cuando ya estaba completamente destrozada. Me
robaste la sonrisa, el tiempo y media vida, me consumiste de tal manera que ni
si quiera tenía fuerzas para discutir contigo, simplemente aceptaba todo lo que
hacías, sin pensar que no era normal aquello si en algún momento me habías querido.
Ojala te hubieses ido justo cuando te diste cuenta que te importaba una mierda,
justo antes de demostrármelo a mi y hacerme sentir como tal. ¿Para qué te
quedaste a romper aquello que ya estaba hecho pedazos? Nunca te pedí que te
quedases, nunca te pedí absolutamente nada, solo sinceridad, y ni eso fuiste
capaz de cumplir. No sabes el dolor que provoca tener la sensación de
molestarte cada vez que te necesitaba, No sabes lo que destroza querer por los
dos y tener que inventarte una escusa cada vez que metías la pata, ver como
siempre que te necesito nunca estabas, nunca. Ser opción para quien es todas
tus prioridades, ser segundo plato de alguien que te dejaba sin hambre. No
sabes el daño que hiciste, no tienes ni puta idea de lo vacía que llegué a
estar cuando estaba cerca de ti. Nunca, nunca he estado tan sola como cuando
estaba contigo. Y es triste. Y fue mi culpa por permitir eso, por dejar que me
estuvieses destrozando día a día sin hacer nada por evitarlo, fue mi culpa por
querer compartir veranos con quien no se quedaría a pasar los inviernos, por
entregarle todo a alguien que solo me quiso cuando aún no le quería, tal vez
solo fui otra más de tu colección de corazones rotos. Tal vez solo fuiste una
escusa para caer como nunca he caído y levantarme con mucha más fuerza, un
pasado para saber que en el futuro nunca, nunca dejaré que nadie sea capaz de
quitarme las ganas de sonreír, nunca dejaré mi vida en manos de alguien que no
sea capaz de cuidarla. Nunca dejaré mi vida en manos de alguien que no sea yo. Y
ahora después de un tiempo me he dado cuenta que hiciste daño pero no me
mataste, me hiciste más fuerte. 

miércoles, 16 de marzo de 2016

Ojala te vaya bien



Tal vez pensabas que ahora lloverían reproches y no va a ser
así, lo único que  me queda por decirte
es que ojala te vaya bien, ojala encuentres a esa mitad que con tanta ansia vas
buscando por múltiples tacones rotos, ojala alguno de ellos te den calor y
merezca la pena también despertar con ellos y no solo acostarse. Ojala
encuentres todo aquello que no supe darte.
Que no es ironía, que lo digo enserio, ojala encuentres
aquello que te mereces y ojala sepas cuidarla y
te cuide como si no quisiese perderte nunca. Te lo mereces, mereces que
aprendan a quererte, que sepan cómo reaccionar cuando estás triste o como
hacerte sonreír. Ojala sigas siendo el  imbécil
con la sonrisa más bonita que se cruzó en mi vida, ojala no pierdas nunca eso
que tienes que te hace tan tú.
Ojala esta vez aprendas a valorar las cosas antes de
perderlas y sepas que las segundas oportunidades no siempre funcionan, que
quieras a alguien el primer día cómo si fuese el último  y que la sigas queriendo así, que no te entre
el miedo, que sigas siendo el tío del que se enamoró. Y no le hagas daño…te
sale demasiado bien, ojala hayas aprendido a marcharte antes de destrozar a
alguien y no viceversa. Si es así...Todo eso habrá merecido la pena.
Ya sé que como yo pasaron muchas por tu llanto y seguramente
lo seguirán haciendo, pero ojala encuentres a alguien a quien llamar hogar y
quedarte a vivir sin la necesidad de tener que visitar otros países, ojala
encuentres todo en una misma sonrisa y ojala sepas hacerla sonreír como merece.
Busca a alguien que no tenga dudas ni miedo, que no se raye
la cabeza, que no se preocupe tanto por ti, que no te quiera tanto, que te
quiera mejor. Alguien con quien compartir tus derrotas como en su día hiciste
conmigo, que te acompañe en los buenos momentos y que nunca te deje solo, que
sepa quererte, que no es fácil, pero merece la pena.
Ojala encuentres un corazón fuerte, ya viste que el mío no
fue capaz de soportar tu indiferencia, alguien que confié en ti, pero no
vuelvas a fallarle o volverá a repetirse tu historia, cualquier corazón
enamorado es vulnerable, deberías saberlo ya, así que no vuelvas a romper otro


No tengo mucho más que decirte, ojala te vaya bien, ojala te
enamores pero esta vez  de verdad, ojala
seas feliz, pero lejos.

lunes, 14 de marzo de 2016

Un nosotros que ya no existe



Sería muy injusto mirarte y decir que no fuiste nada para mi, sería
como intentar borrar un capitulo de mi historia, de nuestra historia, capitulo
que leí mil veces aún sabiendo el final. Un final de un libro lleno de buenos
momentos, tampoco sería justo ahora decir que todo fue una mierda, lo hiciste
muy bien, siempre supiste cómo hacer para tenerme atada a un sentimiento, a una
historia inacabada, a ti. Pasé los mejores momentos de mi vida entre tu risa,
no lo voy a negar, sabias como hacerme sonreír incluso cuando quería romper a
llorar, encontré en tus brazos el hogar donde pasar todo el invierno, donde
resguardarme de la lluvia y del frio, de las despedidas, de toda la mierda que
nos rodeaba, fuiste aquello que siempre quise, fuimos todo aquello que en un
día soñé para un futuro perfecto. Fuiste, fuimos, todo lo que se le puede pedir
al amor, todo lo que se puede llegar a ser; lo fuimos todo cuando todavía éramos
nosotros. Pero el tiempo pasa y tal vez las personas cambian, o tal vez el amor
se rompe, o tal vez ese amor nunca existió y cambiamos los besos por los versos
de despedida, las madrugadas por aquellos atardeceres entre lágrimas intentado
explicarte que ya no éramos los mismos, que ya no quedaba nada de lo que un día
fue hogar. Tal vez fui yo quien peor lo pasó por ser quien se dio cuenta que ya
no me mirabas igual, que aquel brillo de tus ojos había desaparecido poco a
poco, lentamente, y ya no me mirabas como quien encuentra la libertad en otros
ojos. Intenté explicártelo y... Rayadas mías me decías, y tal vez, pero cuando
algo empieza a cambiar... termina cambiando todo. Y lo sabía, había pasado
antes por esto y contigo no iba a ser diferente, cada vez las peleas duraban
más y ya no era suficiente con un lo siento. Era el principio del final, y tú,
seguías sin darte cuenta. Quizá el segundo síntoma fue la forma en que me
abrazaste después de aquella discusión, nunca había sentido tanto frío, tan
gran vacío como aquella vez, nunca había estado tan sola como después de aquel
abrazo y, como duele la soledad cuando es cosa de dos. Lo tercero, y quizá lo
último fueron los te quieros, cuando los decíamos por rutina y no por sentirlo
en ese momento, cuando ni siquiera nos mirábamos a los ojos para entendernos,
cuando nuestras sonrisas iban siempre en dirección contraria. He de confesar
que fue ahí cuando acepté el final, cuando las noches se convirtieron en volver
a leer nuestra historia para saber donde fallé, cuando cambiamos las sonrisas
por mis lágrimas, los besos por los versos, y hacer el amor por declararnos la
guerra. Me intenté alejar antes de aquel final para evitar daños colaterales,
te intenté olvidar sin resultado alguno, pero el tiempo y tu falta de interés
hicieron el resto. Y me fui, me fui porque hacía mucho que no éramos los de
antes, los de la sonrisa eterna, los de los domingos de resaca, los que fueron
todo cuando no eran nada, me fui, y no por ti, ni por mí... fue Porque ya no éramos
nosotros. Y nunca lo volveríamos a ser, ya sabes que cuando algo se rompe nunca
más vuelve a tener la misma forma por mucho que intentes pegar los trozos. Y te
diste cuenta de ello tarde, como siempre. y por mucho que ahora intentes coser
las heridas... siempre van a quedar cicatrices

jueves, 10 de marzo de 2016

Ni contigo ni sin ti



Contigo no puedo y sin ti no quiero, ese es  el resumen de los últimos meses, contigo por
qué me matas y sin ti porque me muero, y así vamos, dando vueltas en mitad de
un quizá, de una duda, de mil preguntas y tan solo la respuesta de querernos.
Es jodido cuando tienes que despedirte y el amor es por ambas partes, porque si
no te quieren…no te quieren y lo aceptas pero cuando dos corazones quieren
estar juntos pero no saben..Duele. Cuando se mueren por estar juntos pero se
terminan matando si lo están, cuando ni contigo ni mucho menos sin ti, ahí es
cuando se entra en una espiral de la que solo puedes salir con heridas y parece
que somos ese tipo de corazones, tan rotos que cuando intentan juntar sus
pedazos siempre salen con más heridas, expertos en llegar tarde, en meter la
pata y valorar cuando ya han perdido, ese tipo de corazones que les asusta
estar bien porque piensan en el próximo golpe, en la próxima despedida, que se
centran demasiado en el ¿ Por qué? Sin preguntarse y ¿ Por qué no?, de los de
no soy negativo soy realista, de estar de mal humor sin motivo aparente, de
tener un conflicto con la soledad, de los de beber de más…Y echar de menos,
Ya me conoces, ahora, si quieres puedes formar
parte de este particular caos, pero no intentes arreglarlo por qué saldrás
herido, ven y siéntate a ver como un desastre puede ser perfecto y como la
perfección me aburre, pero nunca intentes que un corazón roto deje de serlo,
simplemente aprende a querer a esos trozos, aprender a acariciar cada mueca del
pasado, y así, tal vez, algún día formes parte de este maravilloso desastre
llamado vida.


 Pero a
veces hay que aceptar que no, que fuimos norte y sud,  sin preguntar, sin buscar culpables ni
motivos, simplemente aceptar que nunca ganarás la guerra si no estás dispuesta
a perder una batalla, y tal vez perderte es el primer paso para volver a
encontrarme, para volver a confiar en mi, para aceptar que hay corazones rotos que
tienen los trozos tan afilados que terminan llenando de cicatrices a la otra
persona, aunque sea sin querer, aunque le quieras, simplemente hay piezas
preciosas…pero de distinto puzzle. Toca aprender que los corazones rotos solo
dejan de sangrar si eres tu mismo quien lo intenta, si te quieres en lugar de
esperar a que vengan a quererte, si te quieres en lugar de esperar que vuelvan
a hacerte daño.

martes, 8 de marzo de 2016

Siempre tarde



Siempre fuimos dos animales salvajes sin ningún tipo de
intención de quedarnos a vivir en una selva, siempre dos corazones libres, sin
ninguna intención de depender uno del otro, hasta que pasó. Nos enamoramos,
pero en distintos tiempos verbales, te enamoraste, me he enamorado. Llegaste
demasiado pronto o quizá fui yo quien llegó tarde. Quién sabe, pero fue una lástima
no coincidir en el tiempo.
Quise volar cuando quisiste prometer un para siempre, y ahora
parece que soy yo quien tal vez no para siempre…pero ojala mañana vuelvas a
despertar en mi cama, y al otro, y al otro…
Pero parece que te cansaste de esperar, y no te culpo, hay trenes que
solo pasan una vez y me quedé en el andén mirando cómo te marchabas y no fui
capaz de decirte que tenía un billete de ida y dos de vuelta, me quedé en la
estación por miedo, por qué yo también estaba enamorada aun sin saberlo, por
las dudas de si lo que sentías era real, por miedo a cambiar aquello que ya teníamos,
y te perdí. Y es ahora cuando ojala hubiese subido al tren, y ojala me hubiese
dado cuenta antes que aquello si era amor y no un juego de dos corazones que
jugaban a no quererse del todo, a querernos a medias, a ser más que un amigo y
menos que un amor, y eso está bien, hasta que uno de los dos se enamora y al
otro le entra el miedo, y es entonces cuando todo se rompe, cuando alguien sube
al tren y la otra parte, mi parte, se queda esperando a que bajes y vuelvas al
juego de querernos a escondidas. También te digo que nadie te querrá nunca como
cuando yo te quería a medias tintas, nunca habrá un amor tan sano como ese,
cuando no necesitábamos atarnos para sentirnos cerca, cuando éramos dos almas
libres y compartíamos esa libertad en lugar de quitárnosla. Pero al final,
entra el miedo, por una parte de perdernos y por la otra de dejar de ser libre,
de no entender por qué no podemos seguir así si estamos bien. Fui egoísta por
no entenderte, tu necesitabas más y fui yo quien no supo dártelo y no sabes
ahora como te echo de menos, y ojala me hubiese dado cuenta antes que aquello
que sentía eran celos, eran dudas, era miedo a que todo dejase de funcionar,
ojala me hubiese dado cuenta que te quería más de lo que yo misma pensaba. Pero
llegué tarde y confundí la libertad con la soledad, y si, ahora soy libre pero
sin ti, como cuando lo tienes todo pero te falta alguien, ahora ni si quiera me
queda aquello de quererte a medias, y es normal, en el amor cuando alguien
quiere más que otro se rompe la balanza, y estábamos demasiado descompensados,
por qué quise quererte cuando estabas cansado de esperar que te quisiera, porque
fui cobarde incluso para despedirnos.


Te fuiste cuando yo decidí quedarme, te quisiste quedar
cuando decidí que era momento de irme, parece ser que aunque estemos en la
misma estación; Siempre subimos a distintos trenes.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Me vas a echar de menos



Ahora
que al fin te fuiste me he dado cuenta de muchas cosas, por ejemplo; hacía
mucho que ya no estabas, aunque nos empeñásemos en fingir. También he
comprendido que tal vez dejé de quererte hace mucho, justo cuando dejamos de
ser nosotros, tal vez estaba enganchada al dolor que provocabas y no a ti, tal
vez a la rutina, tal vez me acostumbre a decir te quiero y ya ni si quiera lo sentía.
Y me he dado cuenta ahora, cuando ya no estás y ni si quiera me siento sola sin
ti, nos echo de menos, a los dos, a los de antes, a los que el para siempre se
les quedaba corto. Eso es, nos echo de menos juntos, los momentos, las risas,
los enfados, las tardes de domingo, los miércoles cualquiera que se convenían
en un sábado improvisado. Echo de menos quererte, como te quería al principio,
sin cadenas, sin peros, sin excusas, sin dudas, sin reproches. Pero todo cambia
si cambias tú, y cambiaste, tal vez fui yo que nunca te conocí, o nunca quise
ver esa parte de ti. Tal vez fue eso. No hay mas ciego que el que está
enamorado.
Sea
como sea, aquí estamos, al borde de una despedida, de la última despedida, de
un adiós que tal vez llega demasiado tarde, demasiado daño, ojala te hubieses
ido antes, justo antes de partirme en dos. Pero gracias a eso ahora no dueles,
has hecho tanto daño antes de irte que ahora solo queda paz, la paz de haber
puesto todo de mi parte, de saber que hice todo porque esto saliese bien, pero
a tu lado no hay finales felices. Hiciste tanto ruido antes de marcharte que
ahora adoro este silencio que has dejado, ojala sigas haciéndolo todo del revés,
así será todo más fácil.


No
vamos a negar que esta vez hemos perdido los dos, yo te eché de menos cuando
aún estabas conmigo, pero no dudes que pronto lo harás tú, cuando te des cuenta
que puede que te quieran mejor, más no se puede. Cuando nadie vea tu tristeza
incluso cuando ríes, cuando te des cuenta que todo lo que hice fue por verte sonreír,
cuando tengas dudas y no te entiendan, cuando nadie te escriba por las noches,
cuando te acuestes con otra pero te levantes solo. Entonces, entonces me
echarás de menos. Y entonces será tarde, muy tarde. Y a mí, al menos, me
quedará la tranquilidad de haberlo intentado, el recuerdo de que un día te
quise de verdad, la fuerza de cuando decidiste marchar,  a ti…no te quedará nada. Y cuando sea la
soledad quien se acueste en tu cama te acordarás de mí, y entonces entenderás
por qué ya no te quiero, porque no sabes cómo duele querer a alguien que ya no existe.
Tal vez ahora entiendas que si no quiero que vuelvas es por qué hace mucho que ya
te fuiste y el que se fue una vez…nunca vuelve del todo. Dile a tu yo de ayer
que le echo sigo echando de menos, y a ti lo único que me queda por decirte es
que ojala algún día te des cuenta de lo que tienes antes de perderlo y ojala tu
castigo sea echar de menos a quien te quiso de más.

lunes, 22 de febrero de 2016

Corazones rotos



Nunca
se me han dado bien los finales felices, los finales en general. Con lo fácil
que sería empezar algo sin miedo a perder, sin la certeza de tener fecha de
caducidad, sin guardar un adiós en el bolsillo. Tal vez no entiendas lo que
digo, tú nunca has tenido miedo a perder, siempre alejas de tu vida a la gente
antes de tener miedo. Sinceramente es un buen escudo para no sufrir… Pero de
verdad crees que vale la pena vivir sin dejar que la gente te toque el corazón?
Aún a riesgo de que te destrocen. Es cierto que nunca te sentirás tan abajo
como cuando te rompen por dentro pero… Tampoco nunca sabrás lo alto que puedes
llegar a volar. Todos tenemos un pequeño escudo que nos ayuda a ser fuertes,
pero tal vez el tuyo es demasiado grande y estás confundiendo fortaleza con
soledad, que si…que si estás solo nadie puede hacerte daño pero te lo estás
haciendo tu mismo, y no hay mayor enemigo que uno mismo. Te entiendo, yo
también he pensado eso de…no voy a volver a querer a nadie, por qué enamorarse
es algo parecido a poner tu vida en manos de otra persona y esperar que no la
rompa. Pero luego aparece alguien y vuelva a empezar. Pero parece que tu no,
que te encerraste en tu mundo sin ninguna intención de dejar entrar a alguien
en él. ¿Y sabes el problema? El problema es la gente que intenta quererte y no
la dejas, en el momento en que quieres tú te marchas, por miedo a que te hagan
daño,¿ no te das cuenta que si no conoces el dolor nunca vas a saber que es la
felicidad? Que si, que duele cuando algo se acaba, pero es peor quedarte con la
duda, con el quizá, con ni si quiera tener la tranquilidad de haberlo
intentado. Ese es tu problema, no sales a ganar por miedo a perder y..,¿ no te
das cuenta que así ya has perdido? Sabes… yo terminaré con el corazón roto en
mil pedazos, tú, tendrás el corazón intacto, pero estarás solo, sin nadie que
te quiera por qué nunca aprendiste que para ser feliz hay que sufrir primero,
que para encontrar a la persona hay que dejarse romper por otra gente. Quédate
con tu estúpida línea recta de sentimientos, que yo me subo a la montaña Rusa,
que tal vez, lloré mucho más que tú en esta vida, pero al menos; siento, me
equivoco, lloro, río, me vuelvo a equivocar. Al menos… estoy viva. y tú siempre
tendrás el corazón entero, pero nunca sabrás lo que es querer, ni que te
quieran. Vivirás solo por miedo a la soledad. Que te vaya bien, yo me marcho y
aunque me equivoque seguiré viva y prefiero eso a tener que vivir sin sentir
absolutamente nada.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Te quise



¿Que si te quise? No
entiendo cómo eres capaz de dudarlo.
Pues claro que te quise, que te quiero, pero eso no quiere decir que no
tenga dignidad. Y hazme caso; cuando pierdes tu dignidad por estar con
alguien…Sal de ahí.
Cuando tienes que
querer por los dos, cuando te vas llorando a la cama casi todos los días,
cuando te sientes sola…Sal de ahí. Eso no es amor, y no lo va a ser nunca.
La diferencia entre
nosotros es que tú me quieres, pero yo me enamoré de ti y por ese motivo esto
no salió bien, para que algo funcione las dos partes tienen que pesar lo mismo,
sino el equilibrio se rompe, y todo el peso cae sobre la parte que más pesa,
que más quiere. Y es ahí donde empiezan los problemas. Lo que para ti fue un
entretenimiento, para mí fue una historia que ojala no tuviese fin. Y por eso
terminó, por que merezco a alguien que sepa valorar todo lo que hago, que sepa
entender que cuando no tengo ganas de nada…Tengo ganas de él, que cuando digo
que me voy es esperando un “quédate”. Cuando me callo es por qué no sé cómo
gritar todo lo que siento, cuando bajo la mirada es por qué está vez no estoy
enfadada, estoy decepcionada y ahí si…sal corriendo. Cuando haces algo y una
mujer se enfada, patalea y te grita…puedes arreglarlo, cuando se queda callada
y baja la mirada…La has cagado de verdad. Y tu nunca supiste entender la
diferencia. Nunca supiste ver que me estabas haciendo daño, y si lo viste…poco
te importó.
Así que no tengas la
poca vergüenza de dudar de si te quise, solo cuando quieres eres capaz de
tragarte el orgullo, de hacer lo que sea para que la otra persona esté bien. Al
final…si te das cuenta tengo yo muchos más motivos para dudar que tu. Tengo muchísimos
más motivos para poner punto y final, pasarte página y quemar el libro. Y aun
así…aquí estoy, intentando que entiendas que por mucho que quieras…es difícil
querer a alguien que tiene miedo de que le quieran. No se puede querer a
alguien que no sabe quererse a ni si quiera a si mismo… ¿Como coño ibas a
quererme a mí?  Qué tontería.

Y claro que te quise,
te quiero,
pero hay
cosas que simplemente no pueden salir bien, y tu y yo somos ese tipo de cosa,
tus miedos y los míos son incompatibles, tu forma de querer duele y el amor no
debería doler. Me has hecho demasiado daño para ni siquiera plantearme una
segunda parte de una historia que terminó hace mucho. Justo antes de empezar.


Y ¿sabes lo peor de todo? Que te sigo echando de menos, pero
una pequeña cicatriz a tiempo evita muchas heridas.

lunes, 15 de febrero de 2016

cuenta conmigo





Hay cosas que pasan, simplemente pasan, sin planearlas, sin pensarlas, sin tener ni la mas mínima idea de que esa cosa te puede cambiar la vida.  Y cuando digo cosa me refiero a persona, y si digo persona me refiero a ti, que llegaste sin previo aviso, sin decirme que ibas a instalarte en mi vida y te quedarías a vivir en ella, es más, que serías una gran parte de ella.

Si lo hubiese sabido, tal vez, me hubiese asustado, demasiadas cosas en común, demasiados peros, demasiada distancia entre dos puntos cardinales. Pero a veces, llega alguien, llegas tú, y me enseñas que vale la pena luchar por aquello que vale la pena tener, y  rompes todas las barreras, todos aquellos peros que nos puso el camino, y te quedas. Te quedas a pesar de todo, y ojala, ojala no te vayas nunca.

Llegaste en el mejor momento, y lo mas importante; has estado en los peores, en todas aquellas veces que quise tirar la toalla, cuando ni yo misma encontraba ningún motivo para sonreír, y entonces tú. Siempre tú.

Tal vez es momento de decirte que te quiero se queda muy corto, demasiado, y que no sabes cómo siento todas las veces que, sin darme cuenta, nos hemos alejado. Tal vez lo importante es que siempre sabemos cómo volver. Aunque nunca nos fuimos del todo, tal vez lo de tomar distancia sirvió para darme cuenta que te necesitaba incluso más de lo que creía, cómo echaba de menos aquellas largas conversaciones, aquellos sueños compartidos, aquellas noches hasta las tantas hablando de todo, o de nada, ¿qué más da?

No puedo prometer que te haré feliz, porque no se me da bien, pero estaré contigo cuando estés triste, cuando tengas ganas de mandar todo a la mierda, cuando el mundo se te quede pequeño y la distancia sea demasiado grande. Por que cuando quieres, cuando quieres de verdad no hay excusas, no hay obstáculos, no hay barreras, y si las hay; Las saltamos. Y que le den por el culo al mundo.

Ya no sé si eres la causa de mis sonrisas o la consecuencia de ellas, pero sea como sea, no se me ocurre mejor casualidad que la nuestra y ojala todo el mundo encontrase en alguien aquello que encontré en ti en su momento, alguien a quien poder decirle para siempre sin miedo, sin dudas, sin falsas promesas. Y es jodido porque hasta un para siempre contigo… me parece poco tiempo.


jueves, 11 de febrero de 2016

Me odio cuando te quiero







Me odio cuando te quiero porque no tengo control sobre mí
misma. Me odio por no saber controlar las ganas de verte, de sentirte cerca, de
ser nosotros. Me odio por los celos, por las preguntas incomodas, por quererte
solo para mí. Y te odio cuando me quieres, cuando conviertes mis horas en
segundos, cuando me recuerdas que no quieres perderme, cuando nos perdemos
juntos y luego tenemos que volver a la realidad.
Nos odio cuando nos enfadamos, cuando dejamos que nuestro
orgullo se acueste en nuestra cama, cuando nos callamos lo que sentimos por
miedo a hacer daño y después lo soltamos todo en el peor momento. Por todas las
veces que me enfado sin ni siquiera tener un motivo, por todos los momentos que
no estamos a la altura, por eso de “si me quiere, seguro que me busca”    Y al final terminamos buscandonos en
caminos separados, sin saber que era mucho más fácil caminar juntos. Nos odio
cuando los dos queremos que el otro nos demuestre que no quiere perdernos sin
preocuparnos en demostrarlo nosotros. Me odio por pedir demasiado, por no tener
nunca suficiente, por pensar las cosas después de hacerlas, por enfadarme y
luego darme cuenta que era una tontería, por esperar demasiado de ti, de mí, de
nosotros.


Y te quiero cuando sabes ignorar mis enfados, cuando
prefieres no hacerme caso porque sabes que en 10 minutos correré a pedir
perdón, por enseñarme que hay momentos que es mejor perder el orgullo que
perderte, por saber cuándo darme espacio y cuando venir corriendo a buscarme,
por entender todas mis dudas, mis miedos, mis inseguridades. Te quiero por qué
aprendí a quererme cuando llegaste. Y por eso te odio, por qué tengo miedo de
dejar de hacerlo cuando decidas marcharte. Y por eso me odio, por construir mi
vida alrededor de la tuya, por qué cuando te vayas…ni si quiera yo me quedaré
conmigo. ¿ Cómo no voy a tener miedo?, cuando tu mundo no depende de ti..Tienes
un 100% de probabilidad  de perderlo
todo.

martes, 9 de febrero de 2016

Tal vez era necesario



A veces la vida te pone a prueba, a veces hay que tocar fondo
para saber apreciar lo que tienes. De nada vale eso de llorar cuando ya lo has
perdido todo..
Nunca he estado tan cerca de dar un portazo, de esos que
sabes que va a doler, de hecho te confieso que dibujé mi sonrisa lejos de la
tuya, estaba decidida...Pero no pude, no quise, no quiero un futuro donde
nuestros sueños viajen en diferentes trenes, no quiero tardes de cervezas ni
domingos de resaca si no estás conmigo para que pueda quejarme del dolor de
cabeza que tengo. Quiero tropezar y  caer
mil veces y que te rías en lugar de ayudarme a levantarme, quiero que me lleves
la contraria en todo lo que digo, que me digas que estoy loca, que te rías de
todas mis estupideces, que sigamos hablando de cosas sin sentido, que me
cuentes cómo te ha ido el día solo para poder quejarte de que estás cansado, de
que ha sido un día de mierda. Que sigas preguntándome nombres de canciones, que
pongas mi nombre en cada canción, que tengas una memoria de mierda y tenga que
repetirte las cosas mil veces. Que sigas siendo tú. El chico de la eterna
sonrisa, el que no se preocupa en odiar a nadie por qué está demasiado ocupado
queriendo a los que le quieren. El que nunca me entiende, pero siempre sabe
cómo hacerme reír. El que tiene miedo de que le quieran por qué una vez le
hicieron daño, el que te mira y sabes que está pensando, y sabes que no va a
ser algo bueno, que detrás de esa mirada hay una rayada de perdernos por el
mundo, de coger las maletas e irnos lejos, que importa si terminamos en el
norte, en el sud, perdidos en Madrid o en mitad de la nada sin saber cómo
volver a casa. Da igual, una historia más que contar.
Estuve a punto de irme, te lo prometo, llegué al punto de
querer dejar todo atrás, empezar de cero y construir un nuevo futuro. ¿Pero de
qué me vale si no estás?



Hemos estado tan cerca de perdernos que creo que por ese
motivo no vamos a marcharnos, por qué hemos tocado con la punta de los dedos lo
que era estar lejos y ninguno de los dos queremos eso.  Has llegado tarde a pedir perdón, es cierto, tal
vez el daño ya está hecho, tal vez debería marcharme, tal vez, pero nunca es
demasiado tarde para intentarlo una vez más. 
Tal vez has tenido que estar a punto de perderme para que yo me de
cuenta que te importo más de lo que yo misma creía, tal vez esto en lugar de
ser el final…es un nuevo comienzo. Quién sabe. Tal vez necesitábamos esto los
dos, tu para que te des cuenta que no quieres perderme y yo para darme cuenta
que , a pesar de todo, no quieres que me vaya.


Te lo he dicho mil veces, soy consciente que soy un saco de
defectos, se que tal vez tu vida sería más fácil sin mis rayadas, sin mis tonterías,
pero ojala siga complicándote la vida mucho más tiempo. Ojala me sigas sacando
de quicio, y me siga enfadando cada vez que no me haces caso, ojala sigas
metiendo la pata y sepas cómo pedir perdón o como hacerme reír para que se me
olvide, ojala todo sea como antes, dos balas perdidas hechas a medida, dos completos,
dos imbéciles. Dos...Ojala sigamos siendo dos.      Que si…Eres un desastre, pero ojala no me
faltes nunca.

jueves, 4 de febrero de 2016

Ahora ya que no estás



Ahora que ya no estás.
Ahora, justo ahora es cuando te echo de menos, cuando nos echo de menos, cuando me doy cuenta que en realidad si era amor lo que sentía. Que si...Que es tarde, que solo valoro las cosas cuando las pierdo, que soy imbécil, que debería haberte dicho antes todo esto.
Que si, tenías razón; me arrepiento de marcharme, pero no mereces que vuelva.
Tal vez me fui por qué estabas destrozando todos mis esquemas, por qué sentía más de lo que yo misma creía, porque siempre he sido una persona libre y sinceramente me pregunto si no estaré confundiendo la soledad y la libertad.
Ahora ya no importa, ojala te quieran bien y te den todo lo que mereces, todo lo que no supe darte, ojala no tengan ni la más mínima duda, ojala seas todo lo feliz que fuimos al principio, justo antes de enamorarnos. Si te soy sincera te quería mucho más cuando te quería menos, al menos…mucho mejor. Después empezaron los celos, las etiquetas, los reproches, las explicaciones. Al final será verdad eso de que enamorarse es el primer paso para empezar a olvidar.
Y no sabes como me gustaría retroceder en el tiempo, justo cuando no éramos nada y nos lo dimos todo.
Pero tú necesitabas más y yo no supe dártelo. Es así de simple.
Alguien que sabe lo mucho que te quiere cuando ya te ha perdido no te merece, y esta vez soy yo quien no merece segundas oportunidades.
Ojala seas feliz, y ojala algún día tenga el valor de decirte que me equivoqué, que tuve miedo a que todo terminara, que fui cobarde, que te quise de verdad, aunque nunca supe como demostrártelo.
Ojala algún día podamos volver a querernos menos, y querernos un poco mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=n2fQndr3doQ

miércoles, 27 de enero de 2016

Contigo, pero no tuya



Aquí tienes todo lo que me diste; Puedes quedártelo. Empieza
por tu recuerdo que es lo que más duele. Puedes quedarte todas las veces que no
confiaste en mi, todos tus celos, tus historias sin sentido y tus estúpidas cadenas.
Devuélveme mi libertad y todo lo que perdí por estar a tu
lado, devuélveme todos los momentos que no pude vivir por tus enfados, tus tonterías.
Devuélveme el orgullo que perdí cada vez que pedí perdón aun
sin tener la culpa, por todas las veces que dije lo siento cuando ni si quiera
tenias razón. Al final dejé de ser yo por querer ser nosotros, pero no se puede
amar con miedo, con condiciones, y sobre todo…No se puede amar con cadenas. Te
lo dije…Mi vida es mía, hago lo que quiero y cuando quiero, y si no hago algo
es porque no quiero, no porque alguien tenga el poder de prohibírmelo. ¿Entiendes
la diferencia? No necesito que me digas que no te falle, soy mayorcita para
saber que si cago te pierdo, y no quería eso. Pero te empeñaste en desconfiar,
en prohibir, en hacer todo siempre al revés. Y así no se puede.
Entiendo que en el pasado te han jodido, que confiaste y te
fallaron, pero los dos veníamos con el corazón roto, y aún así yo decidí
confiar aún sabiendo que podría volver a pasarlo mal. Pero tú no, decidiste
encerrarte en tu mundo, en tus celos, en el miedo de perderme, y me perdiste
por eso, por intentar que nos unieran cadenas, yo siempre he sido de que nos
unan sentimientos, que te prometo que son mucho más fuertes que tus estúpidos lazos.
Debiste entender que amar, para mí, es ser libre y aún así
querer ir a dormir a la misma cama todas las noches, pero decidiste amar con
normas, con condiciones, y no, no quiero ser presa de una promesa. No quiero
estar encerrada, que yo no te quiero para mi, que te quiero conmigo. Que me
quiero libre, y te quiero libre conmigo. Quiero que tengas el poder de decidir
con quién quieres estar en cada momento, quiero salir un sábado por la noche
sin que la consecuencia sea una discusión, quiero que seamos independientes
pero tengamos la necesidad de estar juntos, no la obligación.


Quiero volver a ser mía, volver a ser libre, volver a volar
alto, y si quieres; Me acompañas, pero no me pides que me quede en tierra
porque tu tengas miedo a las alturas. Si quieres te doy la mano y vuelas
conmigo, pero nunca vuelvas a intentar cortarme las alas. Nunca.

domingo, 24 de enero de 2016

empezar a olvidarte



Estoy justo en ese momento que tienes que decidir si empezar
a olvidar o intentarlo por última vez. Estoy demasiado al límite, o doy media
vuelta o doy un paso más aunque sepa que hay un precipicio justo delante de mí.
Te prometo que saltaría si estoy segura que me esperas bajo, pero ya no estoy
segura de nada que tenga que ver contigo.
Tal vez es mejor así, dar media vuelta y seguir caminando, lo
único que tengo claro es que esta vez no me voy a quedar quieta, o te quiero para
siempre o te olvido de una vez, lo de quererte a medias no funciona. Esto de ni
contigo ni sin mi me ha jodido demasiado y no voy a permitir que te quedes otra
vez en las puertas del olvido, justo en ese punto donde no sales pero tampoco
dejas que entre nadie, nunca más, si quieres vete, pero cierra puerta al salir,
no te quedes en mitad de un quizás porque dueles.
Es curioso cuando te quedas justo ahí, cuando no te vas pero
tampoco te quedas, han sido demasiados meses pero ya no puedo seguir jugando a
este juego sabiendo que me hace daño.  Vete de una vez, que ya no importa, hemos
llegado al punto ese de no retorno donde dueles más si estás que si te vas, así
que vete. Y no vuelvas, no vengas con estúpidas promesas ni con un te he echado
de menos que ni si quiera sientes.
Sigo sin entender cómo puedes hacerle daño a una persona que
te quiere, y a la que se supone que quieres, no lo entiendo. Sé que la mitad de
las veces la cagas sin ni siquiera darte cuenta, pero…Esto me supera. Creo que
he entendido que estamos mal si estamos separados y peor si estamos juntos.
Así que es mejor poner punto y final de una vez por todas y
empezar a olvidar aquello que no sabemos tener, tal vez sería más fácil si no
nos quisiéramos, el problema es que querernos no es suficiente, ya no hay
confianza, ya se termina la ilusión y por eso es mejor marcharnos ahora, antes de
empezar con eso de te odio pero te quise.
No va a ser fácil olvidar a quien te regaló sus mejores
sonrisas, quien te enseñó que lo bonito de los viajes era la compañía y no el
destino, quien supo quererte incluso cuando tú dejaste de hacerlo. Pero hace
demasiado que las cosas no son así, al final ya no sé quien se los dos se
sentía más solo cuando estábamos juntos. Y qué triste ver como todo se va a la
mierda y ninguno de los dos queremos aceptarlo, maldita manía de querernos mal.
Es momento de tomar distancia, de ver las cosas con más calma
y decidir si vale la pena seguir con algo que quieres pero te está haciendo
daño. Es momento de las dudas, del quizá, del que pasará después, del miedo de
volver a fracasar, de si te echaré de menos, de volver a empezar.


Al menos algo estás haciendo bien, estás consiguiendo que
pierda la poca ilusión que me queda así que…Ojala sigas haciéndome daño; así
será mucho más fácil olvidarte.