martes, 9 de febrero de 2016

Tal vez era necesario



A veces la vida te pone a prueba, a veces hay que tocar fondo
para saber apreciar lo que tienes. De nada vale eso de llorar cuando ya lo has
perdido todo..
Nunca he estado tan cerca de dar un portazo, de esos que
sabes que va a doler, de hecho te confieso que dibujé mi sonrisa lejos de la
tuya, estaba decidida...Pero no pude, no quise, no quiero un futuro donde
nuestros sueños viajen en diferentes trenes, no quiero tardes de cervezas ni
domingos de resaca si no estás conmigo para que pueda quejarme del dolor de
cabeza que tengo. Quiero tropezar y  caer
mil veces y que te rías en lugar de ayudarme a levantarme, quiero que me lleves
la contraria en todo lo que digo, que me digas que estoy loca, que te rías de
todas mis estupideces, que sigamos hablando de cosas sin sentido, que me
cuentes cómo te ha ido el día solo para poder quejarte de que estás cansado, de
que ha sido un día de mierda. Que sigas preguntándome nombres de canciones, que
pongas mi nombre en cada canción, que tengas una memoria de mierda y tenga que
repetirte las cosas mil veces. Que sigas siendo tú. El chico de la eterna
sonrisa, el que no se preocupa en odiar a nadie por qué está demasiado ocupado
queriendo a los que le quieren. El que nunca me entiende, pero siempre sabe
cómo hacerme reír. El que tiene miedo de que le quieran por qué una vez le
hicieron daño, el que te mira y sabes que está pensando, y sabes que no va a
ser algo bueno, que detrás de esa mirada hay una rayada de perdernos por el
mundo, de coger las maletas e irnos lejos, que importa si terminamos en el
norte, en el sud, perdidos en Madrid o en mitad de la nada sin saber cómo
volver a casa. Da igual, una historia más que contar.
Estuve a punto de irme, te lo prometo, llegué al punto de
querer dejar todo atrás, empezar de cero y construir un nuevo futuro. ¿Pero de
qué me vale si no estás?



Hemos estado tan cerca de perdernos que creo que por ese
motivo no vamos a marcharnos, por qué hemos tocado con la punta de los dedos lo
que era estar lejos y ninguno de los dos queremos eso.  Has llegado tarde a pedir perdón, es cierto, tal
vez el daño ya está hecho, tal vez debería marcharme, tal vez, pero nunca es
demasiado tarde para intentarlo una vez más. 
Tal vez has tenido que estar a punto de perderme para que yo me de
cuenta que te importo más de lo que yo misma creía, tal vez esto en lugar de
ser el final…es un nuevo comienzo. Quién sabe. Tal vez necesitábamos esto los
dos, tu para que te des cuenta que no quieres perderme y yo para darme cuenta
que , a pesar de todo, no quieres que me vaya.


Te lo he dicho mil veces, soy consciente que soy un saco de
defectos, se que tal vez tu vida sería más fácil sin mis rayadas, sin mis tonterías,
pero ojala siga complicándote la vida mucho más tiempo. Ojala me sigas sacando
de quicio, y me siga enfadando cada vez que no me haces caso, ojala sigas
metiendo la pata y sepas cómo pedir perdón o como hacerme reír para que se me
olvide, ojala todo sea como antes, dos balas perdidas hechas a medida, dos completos,
dos imbéciles. Dos...Ojala sigamos siendo dos.      Que si…Eres un desastre, pero ojala no me
faltes nunca.

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