Hoy toca
escribir sobre ti, porque quiero, y sobre todo porque te lo mereces, porque no
importa cuál sea la causa para estar triste, que, al final, siempre el motivo
para reír eres tu. Y lo sabes.
Durante todo
este tiempo que caminamos juntos me he aprendido hasta la más mínima coma de tu
forma de ser, de tu forma de estar, de actuar, y supongo que he aprendido a
respetarlas todas ( aunque en alguna no esté de acuerdo) pero no se trata de
intentar cambiarte, se trata de quererte porque eres tu.
Dicho esto, y
como ya te he dicho mil en demasiadas ocasiones;
Vas a caer mil veces y no tengo ni la más
mínima intención de frenar tu caída, porque es necesario caer, porque tampoco
dejarías que yo fuese tu colchoneta por si me hago daño intentando salvarte,
aunque los dos sabemos que por ti lo haría todo, incluso hacerme daño si con
eso consigo evitar una lágrima tuya.
Pero vas
a empeñarte en aterrizar solo y es normal, a veces es mejor eso a tener que
explicar por qué estás a punto de caer, quizá para que no te digan que te
pongas bien, que tienes todo lo que necesitas para ser feliz, que olvides los
motivos para estar triste, y que sí, que nos sobran motivos, pero todos tenemos
derecho a caer de vez en cuando.
Por eso, cae todas las veces que creas que es
necesario, y quédate en el suelo todo el rato que necesites, y llora, y
patalea, y aléjate de todo el mundo, menos de ti mismo. Construye una barrera
entre lo que piensas y lo que sientes, entre tu día de mierda y los mil motivos
que sabes que tienes para sonreír, incluso aléjate de mi si lo necesitas, que
yo estaré ahí, aunque no puedas verme, aunque necesites estar solo, sabes que
siempre estoy contigo, incluso cuando no lo estoy,
incluso
cuando te sientes solo, incluso cuando crees que no necesitas a nadie, que
puedes con todo y que no cuentas tus mierdas por no preocupar a la gente que
tienes alrededor, aunque luego, eres el primero en estar cuando yo me rompo en
dos.
Tranquilo, mi no me importa si lloras hoy con
tal de que mañana sonrías más fuerte.
Quiero decir, que yo estoy siempre, siempre que
me necesites, que no tienes que explicarme cuando estás triste porque se te
nota, que no tienes que decirme que me necesitas porqué lo sé (aunque a veces
nos cueste reconocer esas cosas) Porque los dos sabemos que nos tenemos, que
solo hace falta una señal para salvarnos el uno al otro, y lo mejor de todo es
que lo hacemos casi sin querer.
No te imaginas las veces que una conversación
contigo sobre cualquier tema sin sentido me ha salvado el día, aunque tú no
supieses que necesitaba ser salvada. Y eso debe ser algo parecido a la magia.
Pero me enseñaste tu truco, y posiblemente sea
ser quien más sonríe pero quien más lleva por dentro, quien se esforzará por
hacerte sonreír pero no querrá que tú sepas que esté triste, porque no quiere
preocuparte, porque piensa demasiado en los demás en ocasiones, y porque otras
veces se le olvida pensar , porque cometes mil errores, y eso es lo que te hace
especial,
No eres la persona que siempre he soñado con
tener a mi lado, eres la persona que ya llegado a mi lado y ya no quiero que
nadie ocupe ese espacio que tú ocupas ahora mismo, porque eres tú, y soy yo
cuando estoy contigo, y me haces ser libre, y olvidarme de relojes,
calendarios, de problemas, de preocupaciones, de todo, absolutamente de todo
cuando nos da por perdernos donde sea, pero contigo. Esa es tu magia, que me haces
feliz sin preguntarme si estaba triste. Y no sabes lo difícil que es eso,
Ojala algún día conozcas a mi « yo» cuando
estoy hecha una mierda, porque es así como soy más real, mas de verdad, pero es
tan difícil romperse a tu lado, es tan
complicado que una conversación contigo no termine en risa, en una cerveza
detrás de otra sin importar que hora es, en que día estamos o en que momento
nos tocará volver a la realidad.
Y cuando vuelvas a la realidad y caigas, estaré
ahí, lo sabes, aunque a veces ni si quiera necesitas que nadie te ayude a
levantarte, ni si quiera que te se acuesten contigo en el suelo, a veces te
sobra y te basta con saber que cuando te levantes te estaré esperando con una
sonrisa, con dos litros y con ganas de darte un abrazo y decirte que la vida es
muy puta, pero es más fácil cuando la compartes, y no se me ocurre mejor ( o
peor ) compañía que la tuya para seguir jugando en este juego de subidas y
bajones al que llaman vida.
Rómpete las veces que necesites, vete lejos, olvídate
de todos, pero vuelve. Que te estaré esperando.
Justo eso, no quiero que
estés siempre a mi lado, quiero ser el sitio donde siempre regreses, bien sea para estar jodido o para decirme que
ya estás bien, incluso para decirme que me suba al coche, que nos vamos pero no
sabes dónde, y perdernos. Adoro perderme contigo, me parece la mejor forma que
tengo de encontrarme.
Podría caer en los tópicos y decirte que eres
increíble, lo que cualquier persona necesita al lado y que rozas la perfección,
pero eres un desastre y a veces no hay quien te entienda, ahora tienes ganas de
comerte el mundo y ahora solo quieres desaparecer, ahora estás de subida y
seguramente en un rato de bajón y no sabré cómo ayudarte porque no quieres
pedir ayuda.
Sí, eres un desastre, pero quiero seguir
desordenando mi vida contigo, que la perfección debe ser muy aburrida, y allí
seguro que no hay cervezas, y si las hay no las compartiría contigo, así que
tampoco me sirve,
que yo me quedo con tu locura, con tus idas y
venidas, tus bajones, tus subidones, tus
peros, tus no sé qué hacer, tú me muero de sueño, tus bromas, tus canciones, tus
historias que repites 300 veces y me la sé de memoria pero siempre cambias el
final, tu exagerar algo que estás contando y mirarme en plan…no digas nada, las
miradas, me quedo con las veces que nos hemos dicho tantas cosas sin abrir la
boca.
Me quedo
contigo, a las tantas de la madrugada intentando arreglar el mundo, sin saber
que eso, justo eso es lo que nos arregla a nosotros dos también. Aunque no
sepamos pedir ayuda y muchas veces no la queramos, porque a veces no
necesitamos a alguien que nos salve, sino alguien que entienda que ha sido un
día de mierda, pero mañana todo irá mejor, y lo más importante; todo irá
contigo. Y eso es mucho más que suficiente.
Gracias por aparecer en mi vida y mejorarla,
por aceptarme, por dejar que me equivoque, por saber perdonarme y pedir perdón,
por poner mi vida patas arriba cuando llegas arrasando con todo. Por quitarme
mi calma, y dármela cuando más lo necesito, por saber ser quien me hace reír y también
quien me escucha llorar.
Por todas
las veces que has acariciado cicatrices de otra gente, y me has ayudado a coser
las heridas, porque todo el mundo sabe cortar, pero nadie cose como tu una piel
completamente cubierta de pasados, de futuros que la angustian y la llevan de
ansiedad y de presentes que la agobian. Pero llegas tu, y me enseñas que solo
existe el aquí y ahora, y aquí y ahora somos tu y yo.
Gracias por llegar y quedarte, por mejorarme
sin cambiarme, por devolverme la ilusión que no me habías quitado tu, por
escuchar mis ralladas, mis movidas y mis tonterías sin juzgarme, sin hablar más
de la cuenta de ellas, simplemente dejándome que las suelte y luego abrazarme,
y que todo parezca un poco más fácil. Y es que lo es, la vida es una montaña
rusa y lo sabes, pero es mucho más divertida si me subo contigo.
Ojala te siga llorando a ti sobre el desamor,
porque no sabes cómo me dolería tener que llorarle a alguien por un desamigo
como tú, porque el resto de la gente va y viene,
Tu, te quedas, y no te vayas nunca tío.
Testime
MI LIBRO:
0 comentarios:
Publicar un comentario