Alguien me dijo una vez que cuando no sabes por
qué quieres a una persona es cuando realmente estás enamorado, es decir, tal
vez si te quiero porque me cuidas te estaría queriendo egoístamente, si te
quiero para que me recuerdes que no quieres perderme te podría estar queriendo
por miedo a la soledad, si lo que más me gusta de ti es esa sonrisa que enamora
y esos ojos donde perderse es demasiado fácil, te podría querer solo para un
rato o para hacer un poco más bonitos mis días cada vez que te miro. Pero no lo
sé, no sé un motivo específico por el cual eres tú y no es otro, no sé si es
por tu forma de ser conmigo, por tu forma de ser en general o por todo lo que
no eres.
No sé si porque puedo ser yo sin dejar de ser
nosotros o porque nunca nos ha hecho falta un nosotros para saber que somos
dos. No sé si es por tu forma de reír o por la primera vez que te vi llorar, si
por tus silencios o cuando te da por hablar y ya no paras. No sé si es por todo
lo que hemos pasado o por todo el tiempo que nos queda. Ni si quiera sé si te
quiero por casualidad, por destino o por algún error del pasado que cometería
mil veces más.
No sé si es porque haces que olvide todos y
cada uno de mis defectos o porque me he enamorado de los tuyos, tampoco sé si
la razón es que te quiero de más o porque soy consciente de que si te vas te
echaré de menos. No sé si es tu fuerza o la fuerza que me das cada vez que te
hundes y tengo que levantarte del suelo, o acostarme allí contigo y ya pasará
todo. No lo sé, tampoco sé porque te sigo queriendo cuando te enfadas, porque
te quiero un poco más cuando te enfadas, cuando tengo que recordarte que te
quiero, porque a veces se te olvida, o simplemente te gusta que te lo recuerde.
No sé si es cuando estás bien o cuando tengo
que sacarte una sonrisa en un día de esos de mierda. No sé si te quiero más
cuando me cuidas o cuando tengo que ser yo quien te acaricia por la espalda y
te digo que todo va a estar bien. He descubierto que la mejor manera de
cuidarme es cuidarte, que te quiero cuando te rompes en mil pedazos, cuando no
quieres saber nada de nadie, cuando todo te va mal, es entonces cuando me gusta
recordarte que no importa en cuantos pedazos estés, que yo seguiré queriendo a
cada uno de ellos. Podría decirte que te quiero porque no encuentro sonrisa más
bonita que la que tú me regalas, que no he encontrado otro espejo mejor donde
mirarme que en tus ojos, que me haces sentir especial, que poca gente te conoce
de verdad, pero quien te conoce te quiere. Pero es eso, eso puede hacerlo todo
el mundo.
A lo que me refiero es que yo te quiero por todo lo contrario, por
todas las veces que te equivocas, por todas las veces que la cagas y terminas
haciéndome daño sin ni si quiera darte cuenta, porque corres a pedir perdón
justo después de eso. Te quiero cuando ni si quiera tú lo haces, cuando odias
tus manías y no eres capaz de mirarte al espejo por miedo a ver algo que no te
gusta. Por tu inseguridad que te hace tan vulnerable en ocasiones, por las
veces que callas lo que sientes por miedo a abrir tu corazón y que te lo
rompan, porque una vez decidiste abrirte conmigo, y desde entonces no encuentro
otro sitio al que llamar hogar. Y sinceramente; tampoco quiero encontrarlo.
Justamente todo lo escrito, siento como si hubiera salido de mis labios y desde mi interior, lo sentí tan personal y tan mío, que aunque no lo sea, realmente disfruto cada linea.
ResponderEliminarLo agradezco.