A lo largo de
nuestra vida vamos a experimentar diferentes estados de ánimo. Uno de ellos va
a ser el dolor, y eso es así y no vamos a poder cambiarlo.
Da igual lo que
os digan, hay momentos que toca estar tristes, por ejemplo, la persona más
feliz y positiva del mundo, va a estar triste si la despiden de su trabajo, si
se le muere un familiar, si pierde a su pareja. Y
es normal, incluso es
necesario pasar ese dolor, ese duelo, nos ayudará a ser más fuertes luego.
Pero, y aquí
viene la diferencia entre dolor y sufrimiento. Si te despiden y tu cabeza ( que
es tu peor enemiga ) te empieza a gritar que no volverás a encontrar trabajo,
que donde te van a contratar a ti, que ahora te va a faltar dinero, que ¿qué
vas a hacer con tu vida?. Eso es puro sufrimiento. Si tu novio te deja, lo
pasas mal, es normal, pero es sufrir a lo tonto empezar a pensar que no vas a
volver a encontrar a nadie como el, que nadie nunca volverá a quererte. Hay que
dejar de sufrir, y para ello, la única solución es enseñar a nuestra cabeza a
que deje de pensar más allá. Esa voz que te grita por las noches, sabéis a lo
que me refiero, verdad?
Igual que
entrenas tus músculos, tus piernas, tus brazos, tenemos que entrenar a la
cabeza para que cuando se desvíe y empiece a sufrir pensando que va a pasar
mañana, llevarla al presente, porque chicos, solo existe el presente. Mañana
existirá mañana pero será presente mañana, hoy no lo es.
El otro día leía
que las personas que viven en el pasado sufren depresión, que hubiese pasado si
hubiese hecho esto, joder, que si no ha hubiese cagado ahora tendría a mi
pareja, esas cosas. Y las personas que viven en el futuro sufren ansiedad; que
haré mañana con mi vida? Quien va a estar a mi lado en los próximos años? Qué
pasa si esto me sale mal? No, hay que vivir el presente, y el presente es lo
único que puedes cambiar.
Es normal
preocuparse en qué pasará en un futuro, pero, lo mismo que antes, una cosa es
pensar y otra sufrir por algo que ni si quiera ha pasado.
Cuántas veces
hemos estado semanas sufriendo por algo que todavía no ha sucedido? Por algo
que nuestra mente piensa o siente? Cómo esperando el golpe. Y sabes? Entonces
tienes, el dolor cuando llega el golpe, y el sufrimiento de antes de que llegue
que ha sido totalmente innecesario, porque cuando llega el golpe; duele lo
mismo, o incluso más.
No soy quien para
dar consejos a nadie, ya que solamente llevo unos meses entrenando a mi
cerebro, pero os prometo que funciona,.
Yo, cuando, por
ejemplo, alguien quedaba conmigo y a última hora me cambiaba los planes pues (aunque
no dijese nada) siempre me medio mosqueaba, y no, ese alguien, en ese momento,
le habrá surgido algo lo suficientemente importante como para no estar contigo
hoy. Creo que no hace falta recalcar que eso lo digo para personas que os
demuestran que le importáis, un tío, o una tía, que os muestra indiferencia, o
que nunca puede quedar; puerta. Así, sin más.
Pero hablo de la
gente que os demuestra que os quiere y que os quiere de verdad y aún así le
exigís mucho más. Y si, es bueno ser exigente con la gente, pero también con
uno mismo. Pregúntate si tú estás dando aquello que estás pidiendo. Y aunque la
respuesta sea si, cada persona es un mundo, y alguien que te quiere mucho, que
te quiere con todas sus fuerzas, puede que lo demuestre de una forma diferente
a la tuya. Eso sí, que os lo demuestren,
sino, otra vez; puerta.
Yo, si os soy
sincera, me he castigado durante mucho, muchísimo tiempo a mi misma, siempre lo
he dicho, que mi peor enemiga era yo misma, siempre esa voz en mi cabeza que me
decía que yo no podía, que yo no valía, que donde iba yo a intentar hacer
cualquier cosa. Que yo era menos que nadie, que no valía para absolutamente
nada. Y sabes de quien era la culpa? No de esa voz de la mente que siempre está
hablando, sino mía, por hacerle caso.
Vuestra cabeza no
va a parar de pensar, pero está en vuestra mano no escucharla cuando vienen
esos pensamientos negativos. Yo, ahora mismo, si empiezo a rallarme la cabeza
me digo a mi misma, no, te estás yendo por las ramas y esto no te aporta
absolutamente nada, y intento que mi mente vuelva a un lugar neutro. Y no es fácil, grita mucho, y muy alto. Pero
se puede.
No soy nadie para
dar consejos, y menos a gente que no conozco, porque no sé vuestra historia,
vuestra voz, vuestros motivos. Pero me ha cambiado tanto la vida esto, que me
he visto en la obligación de contaros este pequeño secreto.
Intentad educar a
vuestra mente, no viváis en pasados que ya no puedes cambiar ni en futuros que
todavía no han llegado, deja que las cosas duelan cuando tengan que doler, no
empieces una relación pensando que se va a acabar, porque cuando se acabe (si se acaba) vas a tener el dolor de
la ruptura, y el sufrimiento que has tenido durante X tiempo, total para
terminar con el mismo resultado.
Cuando os pase
algo, parad, pensad con claridad y sed
conscientes en todo momento de lo que es realmente el problema y de lo que vuestra
mente está intentando que sea. Y decidle que vuelta al punto neutro, que
analice el problema, que busque soluciones, pero no dejéis que se vaya a
pasados ni a futuros, siempre al centro. Se os va a ir, pero intentad que
vuelva, y hacedlo una y otra vez. Al final, os volverá sola, y es entonces
cuando habremos aprendido a vivir sin sufrir en exceso. A vivir el día a día. A vivir tio, a vivir.
A partir de aquí
el video ha sido totalmente improvisado, por tanto, no tengo letra de ello. Un
abrazo
0 comentarios:
Publicar un comentario