Antes que nada, Espero que sepas ver que esto es
un grito de socorro, una necesidad de
gritar algo que lleva tiempo retumbándome en la cabeza, un necesito acabar con
todo, contigo o sin ti, ya me importa poco. Pero necesito acabar ya.
Pues
bien..
Hace un tiempo leí que crecer es aprender a
despedirse, no lo entendí, hasta que fui creciendo. Ojala nunca os deis cuenta
de ello, pero todo el mundo crecemos, y es una putada, pero una putada
inevitable.
Crecer
es una mierda, si, es verdad que descubres sensaciones, emociones, gente nueva,
gente que te salva, que te mata, que te vuelve a salvar, gente que llega por
casualidad y se queda a vivir, gente que hace que la vida sea menos puta si
están a tu lado.
Pero duele, crecer duele, duele cuando te das
cuenta que la vida no es lo que los ojos de un niño pequeño alcanzar a ver,
duele entender muchas cosas, duele ver otras realidades que cuando eres pequeño
se encargan de que no las veas, duele despedirte, y todos, todos nos hemos
despedido de alguien que iba a ser para siempre.
Y lo que es peor; Duele ver como las cosas
cambian y no ser capaz de ponerle freno.
Hablo de las despedidas sin decir adiós, de
quien todavía no se ha ido y ya le estás echando de menos, de quien tenía un
papel firmado en tu vida que ponía « para siempre» y solo se queda en eso, en
un trozo de papel que poco a poco se va llevando el paso de los días
Y duele, claro, duele ver cómo alguien se aleja
poco a poco, porque un adiós, destroza pero es mucho peor cuando se queda en
puntos suspensivos, cuando es hasta cuando.¿Hasta cuando? ¿Hasta que decidas
volver a ser el de antes? hasta que uno de los dos se canse de jugar a fingir
que no pasa nada?
Hasta que yo me harte de que me digas que todo
está bien o tú te canses de intentar creértelo?
Nada
está bien cuando dos personas que eran inseparables ya no comparten sueños,
nada está bien cuando antes dabas vida y ahora empiezas a quitarla.
Deja de mentirte y acepta que algo pasa, aunque
no sepamos qué. Aunque no tengamos ni idea de por donde se ha roto todo, pero
aceptémoslo; estamos rotos.
No somos los de antes, ni tú eres ese que hacía
mil y una bobadas por hacerme sonreír, ni a mí me hacen gracia ya tus
tonterías.
No somos aquellos que se podía pasar tardes sin
hacer nada, simplemente estar juntos y con eso ya lo teníamos todo, ahora
tenemos que hacer mil cosas, estar con mucha gente, para no darnos cuenta de lo
solos que estamos.
Y duele, duele porque ni tú eres el de antes ni
yo soy quien soy ahora.
Y no voy a entrar en que si eres tú, que si soy
yo, el problema es que ya no somos nosotros. Y no busco culpables, ni si quiera
se si busco soluciones, porque supongo que algo que tanto nos ha costado
construir no vale la pena tirarlo a la basura pero también pienso que algo que
nos está haciendo daño no merece la pena continuar.
Tal vez es eso de que las cosas cambian, y sí,
claro que cambian, pero nosotros éramos los de, todo cambia, menos tu y yo y si
hay que cambiar que sea juntos, que sea para bien, que sea para un presente,
porque a ninguno de los dos nos gustaba hablar de futuros que no sabemos si van
a llegar.
Pero... Ni si quiera sé si estás ahora mismo,
ni si quiera te tengo en presente, y tal vez soy yo que ya no me conformo con
los restos de lo que fuiste, o tal vez tú que ya no me miras y tiemblas, no lo
sé, y no sé si quiero saberlo.
Escribo esto para decirte que te quedes, o que
te marches para siempre, pero no te quedes ahí, que dueles. Duele, porque hemos
pasado de querer ser, a ni si quiera estar.
Porqué si, sigues aquí, pero recuerda aquello
de que dos no es igual que uno más uno. Y hace mucho que no somos dos, aunque
nos duela.
Y prefiero que te vayas para siempre a que te
quedes entre puntos suspensivos, prefiero que cierres de un portazo la puerta a
que te quedes ahí, sin saber si entrar o salir, sin dejar que cicatricen mis
heridas, jugando a eso de contigo ni sin ti, porque no puedo, ni quiero seguir
jugando a algo que me está destrozando.
Voy a intentar ser clara: te quiero, y lo
sabes, pero me comen las dudas de si sigues haciéndolo tu, incluso de si alguna
vez lo hiciste, y no sabes lo jodido que es vivir sin saber si mañana al
despertarte te seguirán queriendo o ya te habrán olvidado.
Te echo de menos, nos echo de menos, mucho,
muchísimo, a los que éramos antes, y no entiendo por qué ya no lo somos, pero
el caso es que no quedan restos de aquello, y si, te quiero, pero no podemos
seguir así. Así que, te pido por favor, que te vayas para siempre, o que te
quedes para luchar por un nosotros, pero no me marees más, no te quedes viendo
como todo se hunde y no hagas nada, no me digas que no pasa nada, porque nos
pasa de todo, y poco a poco, nos convertimos en nada.
No seas un cobarde, ten valor para decirme lo
que sientes, si es que todavía lo sientes, y también para decirme aquello que ya
no sientes, si es que has dejado de sentir. No voy a luchar sola por esto, porque no puedo, porque
no quiero y porque no me lo merezco. Repito, te quiero, pero el amor no duele,
y me estás destrozando. Así que aclárate ya, o calla para siempre, que el ruido
que hace este silencio me está dejando jodidamente sorda.
Espero que me entiendas, aunque a veces ni si
quiera lo haga yo, pero entiéndeme, no puedo seguir permitiendo que la misma
persona que en su día me provocó mil sonrisas ahora me esté llenando de
lágrimas. Entiéndeme, que no eres tú, que no soy yo, es que ya no somos
nosotros. Y ya no me quedan ganas de luchar por algo que está muerto, así que
ayúdame a resucitar-lo, o a enterrarlo, pero haz algo ya.
Porque así no se
puede.
FINAL IMPROVISADO.
0 comentarios:
Publicar un comentario