lunes, 4 de mayo de 2020

Sin motivos y a la vez por mil razones


Te quiero, por muchos motivos, el primero quizá es egoísta, y es que te quiero porque me haces quererme a mi.
Haces que mis cicatrices pasen a ser un segundo plano cuando las acaricias con tus palabras, con tu paciencia, con tus ganas de mostrarme una cara del amor que no conocía.

Y es que poco a poco, me demostraste que el amor no tiene heridas, no tiene dudas, no tiene peros, no tiene excusas, no tiene culpas, no tiene reproches, no tiene gritos, no tiene vendajes después de causar una brecha que nadie debería tolerar jamás.

Al final, y en definitiva, creo que me enseñaste a querer, a querer como se quiere de verdad, a pesar de todos los miedos que llevaba y que llevo, en la mochila, a pesar de ellos. A pesar de las dudas de la chica insegura y con la cabeza llena de nubes, y de pajaros en muchas ocasiones, a pesar de mi temor a volver a salir llena de cicatrices, a pesar de todo, a pesar de mi, de mi pasado, y de mi presente, que lo quiero contigo.

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