miércoles, 23 de enero de 2019

La clave para encontrar a alguien que cambie tu vida.


Después de un tiempo buscando sin saber lo que quería encontrar me he dado cuenta de varias cosas. La primera es que las cosas pasan cuando dejas de buscarlas, o cuando tienen que pasar simplemente, de nada vale vivir pensando en un quizá o aferrarte a un destino que solamente existe si tu quieres que exista. Me explico, creer en el destino está bien, también pienso que hay personas en mi vida que el destino a puesto en ella para mejorarla, y otras para joderla, para que mentir, pero no puedes excusarte en el destino para conformarte. No puedes dejar de luchar porque “ que pase lo que tenga que pasar” y no, pasará lo que tú quieras que pase, siempre dentro de un margen, por supuesto, pero si no luchas por algo; no pasará, si no te mueves de tu casa; no pasará, si tu vida piensas que es una mierda y no haces nada por cambiarla; no dejará de serlo nunca. En resumen, entendí que era dueña de mi propio destino, y que aquello que me decían de que solo era imposible aquello que no se intenta, tal vez, tenía algo de verdad, aunque no toda. Sigo; También logré comprender que tal vez, si nadie me llenaba no era porque era exigente, sino porque tengo muchísimo que dar, y quiero recibir algo que esté a la altura, me explico, no puedo ser feliz con alguien que no quiere ser feliz, no puedo pretender tener una historia con alguien que solo vende cuentos, y no puedo dejarme querer por alguien que no tiene ni puta idea de ello. Tal vez, por eso, me empeñé en buscar a toda costa alguien que me quisiera, porque no lo estaba haciendo yo, y me parecía bien cualquier forma que alguien tenía de quererme, incluso si esa forma era haciéndome daño. Me hice protagonista de más de un libro el cual no me interesaba ni lo más minimo el final, simplemente para poder seguir escribiendo, viviendo, sintiendo, no sé, para sentir que alguien estaba a mi lado, pero me dí cuenta que aquello no era querer, y que estaba haciendo daño a personas, que , seguramente no se lo merecían. Fue entonces cuando me vine abajo porque nada era capaz de llenar el inmenso vacío que había creado, seguramente yo, por dejarme querer y sobretodo por no quererme. La inseguridad no solo de pensar que nadie podía quererme y tenía que aferrarme al primero que lo hiciese, sino también el darme cuenta que ni siquiera servia para eso; para que alguien me quisiese ni para querer, ya que aunque estuviese acompañada; me sentía dos veces sola. No se si me explico, y ni si quiera sé lo que quiero decir, pero yo me entiendo, o eso creo. Despues de buscar tanto que me quisiera alguien, quien fuese, me di cuenta que la vida no se trataba de aquello, de vivir esperando que venga alguien y te salve de tus propios fantasmas, de aprovecharte del cariño que te puede tener alguien para dejar de sentirte sola, y no porque quieras esa compañía. Si, tal vez es ruín, pero fue cierto, os lo aseguro. Y no estoy orgullosa de ello, o tal vez si, porque me hizo darme cuenta que no se puede estar con alguien por miedo a estar sola, que si alguien no te llena no tienes que conformarte, que si algo no te gusta; simplemente no lo pruebes. Lo dicho, al final, de tanto buscar me encontré a mi misma, y fue ese día cuando dejé de buscar alguien que me soportase, alguien que me quisiese a toda costa; porque ya lo estaba haciendo yo, y claro, ahora no me valía cualquier amor de contenedor, cualquier abrazo fingido o dormir con alguien para no despertar sola. Me encontré a mi, y supe quererme como nunca había imaginado, supe valorar que todos mis defectos son simplemente cosas que me diferencian del resto, que todas mis rarezas marcan mi identidad y que quien me quiera; me tiene que querer con todas ellas, porque son parte de mi y soy parte de ellas. Dejé de buscar algo, alguien, y lo encontré todo, dejé de hacerme preguntas sin sentido para buscar la respuesta, y joder, la respuesta era yo. No era tan difícil, o tal vez si y por eso me costó tanto, y por eso escribo esto; para recordarte que no busques nada que no seas tu , que te quieras mucho, que te quieras bien, que no te conformes, que no te preocupes si no encuentras a ese alguien que haga que tu vida cambie, cámbiala tú, y ese alguien, aparecerá cuando menos te lo esperes, pero cambia por y para ti. Esa es la clave. No hay otra. La respuesta siempre eres tú, y el resto; que venga lo que tenga que venir, pero quiérete, porque te vas a necesitar y mucho.

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