jueves, 26 de mayo de 2016

Carta de despedida



Esta vez te escribo para decirte que no puedo más, que hace mucho que
no encuentro motivos para seguir a tu lado, para seguir en general, te escribo
para decirte que tengo la sensación que sobro en tu vida, que si me voy ni si
quiera me echarás de menos, que vas a estar mejor sin mí, que ya no hay sitio
para este triste corazones entre tus cajones. Y no te culpo, yo tampoco
quisiera estar con alguien que tiene que estar triste dos veces al mes por
costumbre, que es más miedo que persona y que todo le afecta demasiado, fue mi
error intentar quererte cuando ni si quiera soy capaz de quererme yo. Hace
mucho que rompo a llorar por cualquier estupidez, y me afecta demasiado todo lo
que haces, hace mucho que veo que no soy suficiente para un corazón que también
está roto, ¿ Cómo se nos ocurrió construir algo si los dos estábamos rotos? Que
estupidez. Tú necesitas alguien que te regale sonrisas y no dolores de cabeza,
alguien que sepa cómo solucionar los problemas en lugar de hacerlos más
grandes, que sepa estar sin ti sin echarte de menos cada dos minutos, que sepa
hacerte feliz, que sepa quererte cuando ni siquiera tu lo haces, que no te
quiera tanto, que te quiera mejor. Tal vez despedirme es un acto egoísta para
ver si realmente no quieres perderme, tal vez solo busco una reacción, tal vez
me quiero tan poco que todavía dudo que alguien sea capaz de hacerlo. Y por eso
no termino de creerte. Nunca te pedí nada que no estaba dispuesta a dar, sobra
con un abrazo cuando me visiten los fantasmas del pasado, me basta con un paseo
por la playa o un te quiero por las noches. No quiero regalos ni viajes al fin
del mundo, ni promesas de esas que nunca cumpliremos, ni que me dibujes un
futuro en la espalda, siempre quise quererte hoy y mañana ojala también, pero
ya veremos. No quiero un para siempre que ni si quiera sabemos si vamos a
cumplir, no quiero que seas mío, quiero que seas conmigo, y aprender a querer
cada una de tus heridas en lugar de intentar borrarlas. Pero hace mucho que tal
vez tu, tal vez yo, pero no somos los mismos, tal vez cada día necesito más de
ti o tu cada día me necesites menos, o simplemente sea una rayada de alguien
que no está acostumbrada a que las cosas le vayan bien y tiene que buscar
problemas donde no los hay. No pretendo que me entiendas, no consigo hacerlo
yo, tal que hay que ser muy cobarde para irse del lado de quien quieres, o tal
vez sea de valientes, no lo sé. Tal vez sea una carta de despedida, tal vez un último
grito de socorro, tal vez un « necesito quedarme a tu lado» porque quien quiere
irse de verdad se va, quien quiere quedarse amenaza con un adiós esperando
escuchar un «no te vayas» Y ojala te des cuenta de ello y no me obligues a irme
porque no sé si lo soportaría

martes, 24 de mayo de 2016

Verdades como puñales



Cansada de escribirte, de intentar describirte, de darme cuenta que
siempre fuiste poesía y solo fui un verso entre un millón de palabras. Cansada
de ver cómo el mundo se va a la mierda y no hacemos nada por evitarlo, cansada
de que me digan como cuando y porque debo pensar, cansada de pensar que mañana
será distinto, cansada de esperar los cambios que no llegan, de tener que
callar porque nos han prohibido decir lo que pensamos, nos prohíben pensar por
nosotros mismos por miedo a que seamos más listos que aquellos que intentan
decirnos que no debemos apartarnos del rebaño, cansada del rebaño y de que
sigan al pastor de siempre sabiendo que nos estamos yendo a la mierda. Estoy
harta de tener que callar para evitar tener una bronca con alguien, de que me
miren mal porque me guste un tipo de música en concreto, de tener que elegir
entre derechas e izquierdas cuando hace mucho tiempo que no se diferencian,
harta de ser libre entre rejas, de no poder levantar el vuelo por si a alguien
le molestan mis alas. Harta de amores baratos, de te quieros fingidos y de
amigos que nunca están. Harta de las relaciones de whattsap, de tener que estar
controlando a otra persona todo el día, de los enfados por la última conexión y
de estar con el puto móvil cuando puedes estar mirando a alguien a los ojos.
Cansada de ver como aún hay gente que se cree más que otra gente, como alguien
piensa que tiene poder sobre otra persona, cansada de las personas que se dejan
dominar hasta el punto de ser marionetas. Hasta los cojones de los machistas
que si no soy suya no seré de nadie, que siguen sin entender que soy mía, a ver
si de una vez os enteráis que amar a alguien no es tenerlo en propiedad, no es
domesticarlo a tu gusto, no es intentar cambiarle. Amar es aceptar a la otra
persona tal y como es, y encontrar a alguien con quien ser libre. Harta de quien
cree que ser libre es ir de cama en cama, de que no entiendan que me refiero es
a tener la opción de ser yo quien decida donde quiero dormir y aún así querer
ir a la misma cama todas las noches. De tener el poder de decidir si quiero
salir con mis amigas de fiesta o quiero un sábado de cine sin estar
condicionada de que si no voy al cine voy a tener a alguien de morros 2 días.
Estoy harta de tener que estar dando explicaciones cada dos por tres de si mis
amigos son mis amigos o somos algo más, ojala algún día alguien os enseñe que
se puede ser amigo de alguien de tu sexo opuesto, y ojala descubráis que os
pueden aportar muchísimas más cosas de las que creéis. Estoy harta de tener que
llamar a alguien maricón porque se enamore de una persona y no de un género,
harta de las miradas de odio y de que os penséis que ser diferente es algo
malo. El problema lo tienen los que son iguales, que no os enteráis. Harta de
ver como niños insultan a otros niños sin pararse a pensar que pueden estar
jodiendole la vida. Harta de la mierda de sociedad en la que vivo, que, o
empezamos a cambiarla, o nos va a terminar cambiando. Y no queremos eso, a ver
si nos damos cuenta antes de que sea tarde, pero se está haciendo tarde, muy
tarde

Distancia, que jodido nombre tienes





Que no os engañen, no es fácil querer a alguien que está lejos, no lo
es, no es fácil ver como una persona que está a kilómetros es capaz de apoyarte
más que alguien que tienes al lado, no lo entiendes y empiezas a plantearte si
toda tu vida hasta entonces ha sido una mentira. Y no, no lo ha sido,
simplemente hay gente que es capaz de darte todo desde la otra punta del país,
tal vez porque no te tiene siempre y por ello te valora, tal vez porque os veis
poco y disfrutáis de esos momentos o tal vez porque realmente es una persona
especial que ojala estuviese cerca. Existen dos tipos de distancia, la gente
que vive lejos y la gente que se ha ido lejos, la que vive lejos os aseguro que
se puede llegar a tener una relación de las de verdad, y sobre todo si hablamos
de amistad ya que una amistad es mucho más legal que un amor. Se puede, y se
pueden hacer 700km con coche por ver a alguien solo dos días, y se puede vivir
pegada a un teléfono para saber cómo está, incluso se puede pasar 4 días sin
hablar con esa persona que cuando vuelvas a hablar será igual, porque es una
relación de verdad, sin temor a que te estén queriendo por interés, sin dudas
de si solo te quiere cuando se aburre, sin dudas de ningún tipo, solo el dolor
de ver que os separan un puñado de kilómetros y no puedes abrazar siempre que
quieres, pero por eso es tan especial cuando vuelves a ver a esa persona,
porque aprovechamos todos los instantes, todos los segundos a su lado porque
sabemos que en unos días nos volvemos a separar. (Ojala toda la gente actuase
así y no quedase por quedar, quedase para estar todos con el móvil o para sentarnos
a ver la vida pasar) ojala aprendamos eso de querernos como si mañana fuésemos
a perdernos, porque algún día será así y nos arrepentiremos. Por otra parte
está quien se tiene que ir, y ahí tal vez ya tengo más dudas, ahí es cuando el
dolor y el echar de menos se vuelve insoportable, pero te acostumbras, y es
triste, porque realmente te estás acostumbrando a que esa persona no esté
contigo, y si con suerte era un amigo de verdad, un novio de verdad o lo que
sea de verdad, cuando vuelva todo será como antes, y si realmente no lo era: es
una buena forma de darte cuenta de ello. que si creo en las relaciones a
distancia? Creo en las relaciones y pienso que la distancia no es más que un
puñado de kilómetros, que la distancia que realmente separa es la de dos
cuerpos que están cerca y se sienten lejos, eso sí que es jodido y no tener
diferentes puntos cardinales La distancia tal vez no es tan mala como la
pintan, si, es una putada, pero hay cosas peores, hay gente que les separan un
puñado de silencios, un saco de mentiras o un sinfín de reproches, la distancia
solo son kilómetros que tarde o temprano vas a poder recorrer para dar un
abrazo, para vivir los días mas maravillosos de tu vida y también os lo
digo...para luego estar jodido, es una sensación rara, es como tocar la
felicidad con la punta de los dedos y que unos días después de la quiten y
tengas que volver a la realidad, y si, el golpe duele, pero vale la pena. Y
aunque otra vez tengas que aprender a vivir lejos, y tengas que volver a echar
de menos y todo eso, sabes, que en algún momento vas a volver y entonces todo
será como antes, porque la distancia o te mata o nos hace muchísimo más
fuertes. Y elegimos ser fuertes, y lo vamos a ser

miércoles, 18 de mayo de 2016

Aquellas personas



Estoy harta de la gente que ni come ni deja comer, estos que se quedan
a las puertas de tu vida, sin entrar, sin salir y sin dejar que entre nadie.
Los que no quieren quedarse pero tampoco se van, los que se van pero siempre
vuelven, los que están sin estar y los que juegan a querer a medias. No
entiendo que os pasa por la cabeza, es fácil, si quieres te quedas y sino vete,
pero no vuelvas, y mucho menos te quedes en la puerta esperando a que sea yo
quien vaya detrás tuyo, vete, y cuando te arrepientas no me llames, no me
escribas, no me busques, si tuviste fuerza para irte, tenla para no volver.
Otro caso diferente es quien se va porque no sabe como quedarse por mucho que
quiera, entiendo esa situación porque la he vivido, yo también he querido
quedarme al lado de alguien que me estaba haciendo daño o que simplemente había
llegado tarde a su vida, en ese caso, vuelve cuando quieras, cuando puedas,
cuando seamos capaces de querernos sin cicatrices de por medio. También me jode
quien se queda para hacer daño, y si, tal vez no sea apropósito, pero duele,
duele mucho más que si se va, y ahí es cuando la culpa es tuya por no ser tu
quien te vas porque te están haciendo daño, pero de eso...no quiero hablar, es
más fácil echar la culpa a los demás y pretender que todo el mundo salga y
entre de tu vida como tu quieres, sin pararte a pensar que el poder de tu vida
lo tienes tú, y quien te duele: fuera, y quien no te gusta; fuera, y quien te
provoca mas lágrimas que sonrisas..Fuera. Pero somos imbéciles y nos encanta
quedarnos quietos esperando que un milagro nos solucione la vida o que la otra
persona cambie, sin saber que la gente no cambia, simplemente maquilla su
realidad, su personalidad o sus complejos, pero no cambian. Y justamente si lo
hacen suele ser a peor. Pero tampoco es su culpa, muchas veces creemos que la
gente ha cambiado y no es así, me explico, cuando nos enamoramos idealizamos
tanto a la otra persona que cuando la realidad nos da en las narices nos
volvemos locos, nos creemos que es perfecto, que es diferente, que vas a estar
siempre con el, que todo será maravilloso, y no, es como todo el mundo, solo
que te has enamorado de él y te has puesto aquella famosa venda en los ojos, y
por eso cuando se cae lo pasamos tan mal. A ver si aprendemos a querernos de
verdad, con nuestros defectos, sabiendo que la otra persona no es más ni menos
perfecta que tu, con el riesgo de que algún día todo puede terminar y la
tranquilidad de saber que conocemos bien a la persona, aunque no nos guste el
100% de ella. Estoy segura que así nos ahorraríamos muchas peleas, y de ahí eso
que dicen que los primeros meses de relación son los primeros, justo cuando te
inventas la persona que quieres que sea, cuando modelas a tu gusto a la persona
que tienes enfrente, pero al final te das cuenta que aquella perfección no
existe, que simplemente es una persona que decide compartir camino contigo, y
no por ello es mejor o peor que otra. Así que...recuerda que no, no ha
cambiado, siempre ha sido así pero no quisiste darte cuenta. Algo que también
me molesta es la gente que ni contigo ni sin ti, que no sabe quererte pero no
deja que le olvides, que cuando estás a punto de volver sonreír vuelve con
cualquier escusa tonta, esa gente que tiene un radar para saber cuándo es el
mejor momento para hablarte y que la cabeza te empiece a dar vueltas y
confundas presente pasando y futuros, odio profundamente a esa clase de gente,
y desgraciadamente hay demasiada. Pero vuelve a ser nuestra culpa dejar que el
pasado nos confunda, tal vez si nos quisiésemos un poco más le recordaríamos
mucho menos y no dejaríamos que regresasen a un lugar que destrozaron. Joder,
no sé, Si no vas a ser camino....Al menos no seas piedra.

martes, 17 de mayo de 2016

Aquel cabrón



He estado ordenando los destrozos de este año y creo que le debemos
demasiadas facturas al olvido, tengo demasiadas cuentas pendientes con el
pasado y demasiadas preguntas que aún no logré responder, tal vez por eso sigo
escribiendo. Tal vez por la necesidad de gritar que estoy harta de los amores
de rebajas y los te quiero sin sentido, tal vez porque nunca supe como decirte
que estaba harta de tu forma de querer, que si me vas a querer así..que mejor
que no me quieras. Algún día entenderás que amor era aquello que te conté
aquella noche cuando llevábamos alguna copa de más y mucha vergüenza de menos,
y cuando lo entiendas te preguntarás porque no fuiste capaz de darte cuenta a
tiempo. Y estoy segura de ello, y no voy a decirte que nadie te va a querer
como yo y todas esas cosas que decimos para sentirnos bien con nosotros mismos,
no, estoy segura que llegará alguien que te quiera el doble, que sea capaz de
quererte pero sin peros, con todas tus manías y defectos. También creo que
algún día te enamorarás, y esta vez de verdad, y entonces entenderás el daño
que puede llegar a causar un corazón cuando no te pertenece, entonces entenderás
todas las noches que lloré mientras dormías, y todas las veces que me enfadé
sin si quiera tener un motivo aparente, cuando tengas miedo a perder aquello
que quieres entenderás todo eso. Hasta entonces sigue pensando que amor es eso
de ir durmiendo de cama en cama por miedo a dormir solo, de ir de beso en beso
por miedo a que sea la soledad quien se enamore de ti. Ojala cuando te des
cuenta que el amor no tiene nada que ver con eso no sea demasiado tarde. Ojala
abras los ojos antes de quedarte jodidamente solo, porque si, porque el que
juega con tantos corazones al final, cuando ya no tiene nadie con quien jugar
se siente completamente vacío, y ojala no llegues a sentir tanto vacío como el
que sentí yo en su día, cuando decidiste que la mejor opción era jugar a ver
quien hacía más daño. Ganaste y por goleada. Tal vez fue ahí cuando me di
cuenta que no era más que otra de tu colección de corazones rotos, cuando solo
había sido el capricho que no podías tener y por eso lo querías. Tal vez
simplemente te cansaste de que te quisieran, te asustaste al ver que esto no
era un juego, que por fin alguien quería quedarse a compartir tus defectos, y
te fuiste por miedo a quedarte, o por no saber cómo quedarte, o , quien sabe,
lo importante es que te fuiste, ya no importa el motivo. Y es normal, siempre
has ido de brazo en brazo y tuviste miedo de que alguien te llamase hogar,
siempre jugando a querer hasta que te diste cuenta que, tal vez, aquel te
quiero era cierto y entonces tuviste miedo, no de perderme, sino de perderte, a
ti, al cabrón que juega a no enamorarse para no pasarlo mal. Y ahora miramos,
yo soy feliz y tú sigues negando que eres capaz de sentir algo, que alguien
tiene el poder de hacerte daño. Es más cómodo seguir con la coraza de tipo
duro, pero te he visto mirarme como quien mira al horizonte y he visto la cara
de tonto que ponías cuando despertabas a mi lado, que te he visto sonreír como
un niño pequeño la primera vez que te dije te quiero y he visto el miedo en tus
ojos cuando quise irme, Pero sigue jugando a ser un cabrón, sigue siendo el
tipo duro, y cuando te quedes complementa mente solo búscame y dime que tenía
razón, que tal vez te rompan pero no se puede vivir siempre con una coraza, que
tarde o temprano llega alguien que te deja ser completamente tú, y aunque ese
día sea tarde, y no sea yo, te acordarás de todo lo que te dije. Y yo, por mi
parte, no voy a pedirte que vuelvas, pero haré que te arrepientas de haberte
marchado por cobarde, por no saber afrontar que lo que empezó como un juego se
convirtió en aquello que llaman amor, por salir corriendo cuando era momento de
quedarse para siempre. Ojala algún día aceptes que aquel cabrón se enamoró como
nunca, y se fue por lo de siempre, por el miedo a perder, y por eso; perdiste.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Eso de quererte a medias



Tal vez esto sea lo más difícil que he escrito nunca, tal vez es más
fácil escribir sobre amores pasados, pero esta vez eres tu quien se está
convirtiendo en pasado, no sé cómo decirte que no quiero que te vayas, pero
tampoco quiero que te quedes así, a medias, con un ni contigo ni sin ti, con un
ahora si y ahora no entre los dientes. Quiero, que si te quedas sea como antes,
cuando no existía más promesa que compartir amaneceres, cuando eras prioridad
entre un montón de opciones, cuando dejamos de ser tu y yo y formamos un
nosotros. Quién sabe, tal vez es mi culpa por dejarte ver que eras tan
importante para mi, todo era más fácil cuando pensabas que pasaba de ti, nunca
nos quisimos tanto como cuando no éramos nada, cuando te esforzabas por sacarme
una sonrisa día a día y por compartir momentos. Tal vez, cuando viste que tu
vida ya formaba parte de la mía fue cuando decidiste que ya daba igual, que ya
habías conseguido lo que querías, que ahora era yo quien estaba detrás tuya, y así
no se puede, si no existe un equilibro no existe una estabilidad, y si no hay
estabilidad no hay confianza, y hace tanto que no confío en ti... y es triste,
es triste ver cómo me dices algo y no te creo, y me callo, y dudo de
absolutamente todo lo que tenga que ver contigo, y me vuelvo loca inventando
historias que ni si quiera existen, y si, me comen los celos, las dudas y el
miedo, pero sobretodo: La tristeza de lo que pudo ser y no fue, de lo que nunca
será. De aquel nosotros que ya nunca volverás a escribir en un papel, aquel
nosotros que seguiré escribiendo, por si acaso, por si decides volver a ser tu,
por si algún día me canso de quererte de más y echarte de menos, y eso es lo
más triste, echarte de menos cuando estás a mi lado, dormir en la misma cama
sin compartir sueños, mirarte y no reconocer el pasado en tus ojos, estar tan
jodidamente cerca separados por una distancia que es mucho peor que un puñado
de kilómetros; el silencio. El silencio de dos personas que fueron todo cuando
ni siquiera eran nada y ahora, ahora solo queda el recuerdo de un pasado que
jamás volverá a ser lo que fue, el compararte con tu yo del pasado y ver que no
estás, que ya no queda nada de aquellos ojos que dibujaban primaveras a su
paso, y ahora; invierno. y yo sin tu abrigo. Por eso no sé si quiero que te
quedes o te vayas, ya sabes Hay personas que se odian porque un día se quisieron,
y joder, te quise demasiado y no me gustaría tener que convertir todo eso en un
odio que ni siquiera serial real, odiar también es un sentimiento, y de los
fuertes. Y ya no sé cómo decirte esto, ya no sé cómo explicarte que quiero irme
solo para que te des cuenta que me voy y me detengas. No sé que ha pasado,
tampoco quiero saberlo, déjalo de verdad, no quiero escuchar otra escusa ni
tener que creerme otra mentira. Por eso una parte de mi quiere que te vayas,
para no llegar al punto de terminar odiándonos, para poder mirarnos a los ojos
sin agachar la cabeza, para marcharnos antes de hacernos más daño. Pero está la
otra parte, la de la esperanza, la que quiere que te quedes y olvidar estos últimos
meses, la que quiere volver a ver aquella sonrisa que era capaz de
transportarme a cualquier parte, la que ya no brilla igual que antes, de la
cual ya no soy motivo, ni causa, ni nada por el estilo. Lo que no entiendo es
porque no te vas de una vez, si ya no estamos bien, si se nota que no es lo de
antes, vete, de verdad, que haces más daño si te quedas, si te miro y no te
conozco, si tengo que estar comparándote con el pasado, con quien eras antes,
con quien nunca más serás. Rómpeme de una vez por todas a ver si con suerte te
escapas por alguna de las grietas. O quédate, pero para siempre que ya no me
vale eso de quererte a medias.

martes, 10 de mayo de 2016

No vuelvas





. Se tú el fuerte y vete a romper otro corazón, que aquí ya solo
quedan pedazos. Busca alguien con las ilusiones intactas y el miedo escondido a
quien poder hacer volar para luego cortarle las alas, que por aquí dejaste
demasiado miedo a las alturas. Encuentra alguien a quien aún le quede voz para
gritar por las noches tu nombre, que yo estoy demasiado ronca, que a mi no me
queda voz para aceptar que ganaste la partida, que si el amor es una batalla,
ganaste la guerra y tan solo fui prisionera de aquellos besos, besos que
intento olvidar con versos que nunca llegarás a leer. No te culpo, simplemente
no estábamos hechos el uno para el otro, y me di cuenta tarde, y por eso me
dolió tanto, porque no hay más ciego que el que tiene la realidad delante y se vuelve
a poner una venda, porque a veces construimos un mundo irreal por miedo a
afrontar que la realidad es otra completamente diferente, pero tarde o temprano
la vida te pega la hostia, te abre los ojos, y es entonces cuando te viene todo
de golpe, y es ahí cuando aprendes que una verdad a tiempo es mucho mejor que
una mentira de esas que no hacen daño, y el problema no fue las veces que
mentiste, fueron las veces que me mentí para poder quedarme al lado de alguien
que ya no estaba, para seguir queriendo a un corazón que hacía mucho que no era
mío. Me inventé mil escusas para quedarme por miedo a tener que irme, y ojala
hubiese sido consciente que cuando algo duele hay que salir corriendo y no
esperar a que te termine destrozando. Pero el quizá siempre me jugó una mala
pasada, y me aferré a la esperanza en lugar de aferrarme a un adiós, ahora, con
el tiempo he aprendido que una despedida a tiempo también es una victoria. Cada
cual hemos cometido nuestros errores, y no voy a repetirte los tuyos, tengo muy
claro que el mío fue depender de ti, construir mi mundo alrededor del tuyo,
darte el poder de destrozarme y confiar en que no lo hicieses, sin saber que en
el momento que le das tu vida a alguien...ya estás destrozado, no hoy, ni
mañana, pero terminarás jodida tarde o temprano. El error también fue quererte
por encima de mi misma, tal vez fue eso, que te quise tanto que se me olvidó
como era eso de quererme. Pero no puedo culparte por ello, no puedo culparte
por dejarme en la nada, fui yo quien te lo dio todo... y no te lo merecías. No
puedo culparte por no pensar lo mismo que yo, ni por qué fueses camino cuando
yo en realidad quería que fueses destino. Tal vez escribir esto sirva para
borrar los puntos suspensivos a una historia que hace mucho terminó, pero no
vuelvas... que no es fácil