miércoles, 24 de febrero de 2016

Me vas a echar de menos



Ahora
que al fin te fuiste me he dado cuenta de muchas cosas, por ejemplo; hacía
mucho que ya no estabas, aunque nos empeñásemos en fingir. También he
comprendido que tal vez dejé de quererte hace mucho, justo cuando dejamos de
ser nosotros, tal vez estaba enganchada al dolor que provocabas y no a ti, tal
vez a la rutina, tal vez me acostumbre a decir te quiero y ya ni si quiera lo sentía.
Y me he dado cuenta ahora, cuando ya no estás y ni si quiera me siento sola sin
ti, nos echo de menos, a los dos, a los de antes, a los que el para siempre se
les quedaba corto. Eso es, nos echo de menos juntos, los momentos, las risas,
los enfados, las tardes de domingo, los miércoles cualquiera que se convenían
en un sábado improvisado. Echo de menos quererte, como te quería al principio,
sin cadenas, sin peros, sin excusas, sin dudas, sin reproches. Pero todo cambia
si cambias tú, y cambiaste, tal vez fui yo que nunca te conocí, o nunca quise
ver esa parte de ti. Tal vez fue eso. No hay mas ciego que el que está
enamorado.
Sea
como sea, aquí estamos, al borde de una despedida, de la última despedida, de
un adiós que tal vez llega demasiado tarde, demasiado daño, ojala te hubieses
ido antes, justo antes de partirme en dos. Pero gracias a eso ahora no dueles,
has hecho tanto daño antes de irte que ahora solo queda paz, la paz de haber
puesto todo de mi parte, de saber que hice todo porque esto saliese bien, pero
a tu lado no hay finales felices. Hiciste tanto ruido antes de marcharte que
ahora adoro este silencio que has dejado, ojala sigas haciéndolo todo del revés,
así será todo más fácil.


No
vamos a negar que esta vez hemos perdido los dos, yo te eché de menos cuando
aún estabas conmigo, pero no dudes que pronto lo harás tú, cuando te des cuenta
que puede que te quieran mejor, más no se puede. Cuando nadie vea tu tristeza
incluso cuando ríes, cuando te des cuenta que todo lo que hice fue por verte sonreír,
cuando tengas dudas y no te entiendan, cuando nadie te escriba por las noches,
cuando te acuestes con otra pero te levantes solo. Entonces, entonces me
echarás de menos. Y entonces será tarde, muy tarde. Y a mí, al menos, me
quedará la tranquilidad de haberlo intentado, el recuerdo de que un día te
quise de verdad, la fuerza de cuando decidiste marchar,  a ti…no te quedará nada. Y cuando sea la
soledad quien se acueste en tu cama te acordarás de mí, y entonces entenderás
por qué ya no te quiero, porque no sabes cómo duele querer a alguien que ya no existe.
Tal vez ahora entiendas que si no quiero que vuelvas es por qué hace mucho que ya
te fuiste y el que se fue una vez…nunca vuelve del todo. Dile a tu yo de ayer
que le echo sigo echando de menos, y a ti lo único que me queda por decirte es
que ojala algún día te des cuenta de lo que tienes antes de perderlo y ojala tu
castigo sea echar de menos a quien te quiso de más.

lunes, 22 de febrero de 2016

Corazones rotos



Nunca
se me han dado bien los finales felices, los finales en general. Con lo fácil
que sería empezar algo sin miedo a perder, sin la certeza de tener fecha de
caducidad, sin guardar un adiós en el bolsillo. Tal vez no entiendas lo que
digo, tú nunca has tenido miedo a perder, siempre alejas de tu vida a la gente
antes de tener miedo. Sinceramente es un buen escudo para no sufrir… Pero de
verdad crees que vale la pena vivir sin dejar que la gente te toque el corazón?
Aún a riesgo de que te destrocen. Es cierto que nunca te sentirás tan abajo
como cuando te rompen por dentro pero… Tampoco nunca sabrás lo alto que puedes
llegar a volar. Todos tenemos un pequeño escudo que nos ayuda a ser fuertes,
pero tal vez el tuyo es demasiado grande y estás confundiendo fortaleza con
soledad, que si…que si estás solo nadie puede hacerte daño pero te lo estás
haciendo tu mismo, y no hay mayor enemigo que uno mismo. Te entiendo, yo
también he pensado eso de…no voy a volver a querer a nadie, por qué enamorarse
es algo parecido a poner tu vida en manos de otra persona y esperar que no la
rompa. Pero luego aparece alguien y vuelva a empezar. Pero parece que tu no,
que te encerraste en tu mundo sin ninguna intención de dejar entrar a alguien
en él. ¿Y sabes el problema? El problema es la gente que intenta quererte y no
la dejas, en el momento en que quieres tú te marchas, por miedo a que te hagan
daño,¿ no te das cuenta que si no conoces el dolor nunca vas a saber que es la
felicidad? Que si, que duele cuando algo se acaba, pero es peor quedarte con la
duda, con el quizá, con ni si quiera tener la tranquilidad de haberlo
intentado. Ese es tu problema, no sales a ganar por miedo a perder y..,¿ no te
das cuenta que así ya has perdido? Sabes… yo terminaré con el corazón roto en
mil pedazos, tú, tendrás el corazón intacto, pero estarás solo, sin nadie que
te quiera por qué nunca aprendiste que para ser feliz hay que sufrir primero,
que para encontrar a la persona hay que dejarse romper por otra gente. Quédate
con tu estúpida línea recta de sentimientos, que yo me subo a la montaña Rusa,
que tal vez, lloré mucho más que tú en esta vida, pero al menos; siento, me
equivoco, lloro, río, me vuelvo a equivocar. Al menos… estoy viva. y tú siempre
tendrás el corazón entero, pero nunca sabrás lo que es querer, ni que te
quieran. Vivirás solo por miedo a la soledad. Que te vaya bien, yo me marcho y
aunque me equivoque seguiré viva y prefiero eso a tener que vivir sin sentir
absolutamente nada.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Te quise



¿Que si te quise? No
entiendo cómo eres capaz de dudarlo.
Pues claro que te quise, que te quiero, pero eso no quiere decir que no
tenga dignidad. Y hazme caso; cuando pierdes tu dignidad por estar con
alguien…Sal de ahí.
Cuando tienes que
querer por los dos, cuando te vas llorando a la cama casi todos los días,
cuando te sientes sola…Sal de ahí. Eso no es amor, y no lo va a ser nunca.
La diferencia entre
nosotros es que tú me quieres, pero yo me enamoré de ti y por ese motivo esto
no salió bien, para que algo funcione las dos partes tienen que pesar lo mismo,
sino el equilibrio se rompe, y todo el peso cae sobre la parte que más pesa,
que más quiere. Y es ahí donde empiezan los problemas. Lo que para ti fue un
entretenimiento, para mí fue una historia que ojala no tuviese fin. Y por eso
terminó, por que merezco a alguien que sepa valorar todo lo que hago, que sepa
entender que cuando no tengo ganas de nada…Tengo ganas de él, que cuando digo
que me voy es esperando un “quédate”. Cuando me callo es por qué no sé cómo
gritar todo lo que siento, cuando bajo la mirada es por qué está vez no estoy
enfadada, estoy decepcionada y ahí si…sal corriendo. Cuando haces algo y una
mujer se enfada, patalea y te grita…puedes arreglarlo, cuando se queda callada
y baja la mirada…La has cagado de verdad. Y tu nunca supiste entender la
diferencia. Nunca supiste ver que me estabas haciendo daño, y si lo viste…poco
te importó.
Así que no tengas la
poca vergüenza de dudar de si te quise, solo cuando quieres eres capaz de
tragarte el orgullo, de hacer lo que sea para que la otra persona esté bien. Al
final…si te das cuenta tengo yo muchos más motivos para dudar que tu. Tengo muchísimos
más motivos para poner punto y final, pasarte página y quemar el libro. Y aun
así…aquí estoy, intentando que entiendas que por mucho que quieras…es difícil
querer a alguien que tiene miedo de que le quieran. No se puede querer a
alguien que no sabe quererse a ni si quiera a si mismo… ¿Como coño ibas a
quererme a mí?  Qué tontería.

Y claro que te quise,
te quiero,
pero hay
cosas que simplemente no pueden salir bien, y tu y yo somos ese tipo de cosa,
tus miedos y los míos son incompatibles, tu forma de querer duele y el amor no
debería doler. Me has hecho demasiado daño para ni siquiera plantearme una
segunda parte de una historia que terminó hace mucho. Justo antes de empezar.


Y ¿sabes lo peor de todo? Que te sigo echando de menos, pero
una pequeña cicatriz a tiempo evita muchas heridas.

lunes, 15 de febrero de 2016

cuenta conmigo





Hay cosas que pasan, simplemente pasan, sin planearlas, sin pensarlas, sin tener ni la mas mínima idea de que esa cosa te puede cambiar la vida.  Y cuando digo cosa me refiero a persona, y si digo persona me refiero a ti, que llegaste sin previo aviso, sin decirme que ibas a instalarte en mi vida y te quedarías a vivir en ella, es más, que serías una gran parte de ella.

Si lo hubiese sabido, tal vez, me hubiese asustado, demasiadas cosas en común, demasiados peros, demasiada distancia entre dos puntos cardinales. Pero a veces, llega alguien, llegas tú, y me enseñas que vale la pena luchar por aquello que vale la pena tener, y  rompes todas las barreras, todos aquellos peros que nos puso el camino, y te quedas. Te quedas a pesar de todo, y ojala, ojala no te vayas nunca.

Llegaste en el mejor momento, y lo mas importante; has estado en los peores, en todas aquellas veces que quise tirar la toalla, cuando ni yo misma encontraba ningún motivo para sonreír, y entonces tú. Siempre tú.

Tal vez es momento de decirte que te quiero se queda muy corto, demasiado, y que no sabes cómo siento todas las veces que, sin darme cuenta, nos hemos alejado. Tal vez lo importante es que siempre sabemos cómo volver. Aunque nunca nos fuimos del todo, tal vez lo de tomar distancia sirvió para darme cuenta que te necesitaba incluso más de lo que creía, cómo echaba de menos aquellas largas conversaciones, aquellos sueños compartidos, aquellas noches hasta las tantas hablando de todo, o de nada, ¿qué más da?

No puedo prometer que te haré feliz, porque no se me da bien, pero estaré contigo cuando estés triste, cuando tengas ganas de mandar todo a la mierda, cuando el mundo se te quede pequeño y la distancia sea demasiado grande. Por que cuando quieres, cuando quieres de verdad no hay excusas, no hay obstáculos, no hay barreras, y si las hay; Las saltamos. Y que le den por el culo al mundo.

Ya no sé si eres la causa de mis sonrisas o la consecuencia de ellas, pero sea como sea, no se me ocurre mejor casualidad que la nuestra y ojala todo el mundo encontrase en alguien aquello que encontré en ti en su momento, alguien a quien poder decirle para siempre sin miedo, sin dudas, sin falsas promesas. Y es jodido porque hasta un para siempre contigo… me parece poco tiempo.


jueves, 11 de febrero de 2016

Me odio cuando te quiero







Me odio cuando te quiero porque no tengo control sobre mí
misma. Me odio por no saber controlar las ganas de verte, de sentirte cerca, de
ser nosotros. Me odio por los celos, por las preguntas incomodas, por quererte
solo para mí. Y te odio cuando me quieres, cuando conviertes mis horas en
segundos, cuando me recuerdas que no quieres perderme, cuando nos perdemos
juntos y luego tenemos que volver a la realidad.
Nos odio cuando nos enfadamos, cuando dejamos que nuestro
orgullo se acueste en nuestra cama, cuando nos callamos lo que sentimos por
miedo a hacer daño y después lo soltamos todo en el peor momento. Por todas las
veces que me enfado sin ni siquiera tener un motivo, por todos los momentos que
no estamos a la altura, por eso de “si me quiere, seguro que me busca”    Y al final terminamos buscandonos en
caminos separados, sin saber que era mucho más fácil caminar juntos. Nos odio
cuando los dos queremos que el otro nos demuestre que no quiere perdernos sin
preocuparnos en demostrarlo nosotros. Me odio por pedir demasiado, por no tener
nunca suficiente, por pensar las cosas después de hacerlas, por enfadarme y
luego darme cuenta que era una tontería, por esperar demasiado de ti, de mí, de
nosotros.


Y te quiero cuando sabes ignorar mis enfados, cuando
prefieres no hacerme caso porque sabes que en 10 minutos correré a pedir
perdón, por enseñarme que hay momentos que es mejor perder el orgullo que
perderte, por saber cuándo darme espacio y cuando venir corriendo a buscarme,
por entender todas mis dudas, mis miedos, mis inseguridades. Te quiero por qué
aprendí a quererme cuando llegaste. Y por eso te odio, por qué tengo miedo de
dejar de hacerlo cuando decidas marcharte. Y por eso me odio, por construir mi
vida alrededor de la tuya, por qué cuando te vayas…ni si quiera yo me quedaré
conmigo. ¿ Cómo no voy a tener miedo?, cuando tu mundo no depende de ti..Tienes
un 100% de probabilidad  de perderlo
todo.

martes, 9 de febrero de 2016

Tal vez era necesario



A veces la vida te pone a prueba, a veces hay que tocar fondo
para saber apreciar lo que tienes. De nada vale eso de llorar cuando ya lo has
perdido todo..
Nunca he estado tan cerca de dar un portazo, de esos que
sabes que va a doler, de hecho te confieso que dibujé mi sonrisa lejos de la
tuya, estaba decidida...Pero no pude, no quise, no quiero un futuro donde
nuestros sueños viajen en diferentes trenes, no quiero tardes de cervezas ni
domingos de resaca si no estás conmigo para que pueda quejarme del dolor de
cabeza que tengo. Quiero tropezar y  caer
mil veces y que te rías en lugar de ayudarme a levantarme, quiero que me lleves
la contraria en todo lo que digo, que me digas que estoy loca, que te rías de
todas mis estupideces, que sigamos hablando de cosas sin sentido, que me
cuentes cómo te ha ido el día solo para poder quejarte de que estás cansado, de
que ha sido un día de mierda. Que sigas preguntándome nombres de canciones, que
pongas mi nombre en cada canción, que tengas una memoria de mierda y tenga que
repetirte las cosas mil veces. Que sigas siendo tú. El chico de la eterna
sonrisa, el que no se preocupa en odiar a nadie por qué está demasiado ocupado
queriendo a los que le quieren. El que nunca me entiende, pero siempre sabe
cómo hacerme reír. El que tiene miedo de que le quieran por qué una vez le
hicieron daño, el que te mira y sabes que está pensando, y sabes que no va a
ser algo bueno, que detrás de esa mirada hay una rayada de perdernos por el
mundo, de coger las maletas e irnos lejos, que importa si terminamos en el
norte, en el sud, perdidos en Madrid o en mitad de la nada sin saber cómo
volver a casa. Da igual, una historia más que contar.
Estuve a punto de irme, te lo prometo, llegué al punto de
querer dejar todo atrás, empezar de cero y construir un nuevo futuro. ¿Pero de
qué me vale si no estás?



Hemos estado tan cerca de perdernos que creo que por ese
motivo no vamos a marcharnos, por qué hemos tocado con la punta de los dedos lo
que era estar lejos y ninguno de los dos queremos eso.  Has llegado tarde a pedir perdón, es cierto, tal
vez el daño ya está hecho, tal vez debería marcharme, tal vez, pero nunca es
demasiado tarde para intentarlo una vez más. 
Tal vez has tenido que estar a punto de perderme para que yo me de
cuenta que te importo más de lo que yo misma creía, tal vez esto en lugar de
ser el final…es un nuevo comienzo. Quién sabe. Tal vez necesitábamos esto los
dos, tu para que te des cuenta que no quieres perderme y yo para darme cuenta
que , a pesar de todo, no quieres que me vaya.


Te lo he dicho mil veces, soy consciente que soy un saco de
defectos, se que tal vez tu vida sería más fácil sin mis rayadas, sin mis tonterías,
pero ojala siga complicándote la vida mucho más tiempo. Ojala me sigas sacando
de quicio, y me siga enfadando cada vez que no me haces caso, ojala sigas
metiendo la pata y sepas cómo pedir perdón o como hacerme reír para que se me
olvide, ojala todo sea como antes, dos balas perdidas hechas a medida, dos completos,
dos imbéciles. Dos...Ojala sigamos siendo dos.      Que si…Eres un desastre, pero ojala no me
faltes nunca.

jueves, 4 de febrero de 2016

Ahora ya que no estás



Ahora que ya no estás.
Ahora, justo ahora es cuando te echo de menos, cuando nos echo de menos, cuando me doy cuenta que en realidad si era amor lo que sentía. Que si...Que es tarde, que solo valoro las cosas cuando las pierdo, que soy imbécil, que debería haberte dicho antes todo esto.
Que si, tenías razón; me arrepiento de marcharme, pero no mereces que vuelva.
Tal vez me fui por qué estabas destrozando todos mis esquemas, por qué sentía más de lo que yo misma creía, porque siempre he sido una persona libre y sinceramente me pregunto si no estaré confundiendo la soledad y la libertad.
Ahora ya no importa, ojala te quieran bien y te den todo lo que mereces, todo lo que no supe darte, ojala no tengan ni la más mínima duda, ojala seas todo lo feliz que fuimos al principio, justo antes de enamorarnos. Si te soy sincera te quería mucho más cuando te quería menos, al menos…mucho mejor. Después empezaron los celos, las etiquetas, los reproches, las explicaciones. Al final será verdad eso de que enamorarse es el primer paso para empezar a olvidar.
Y no sabes como me gustaría retroceder en el tiempo, justo cuando no éramos nada y nos lo dimos todo.
Pero tú necesitabas más y yo no supe dártelo. Es así de simple.
Alguien que sabe lo mucho que te quiere cuando ya te ha perdido no te merece, y esta vez soy yo quien no merece segundas oportunidades.
Ojala seas feliz, y ojala algún día tenga el valor de decirte que me equivoqué, que tuve miedo a que todo terminara, que fui cobarde, que te quise de verdad, aunque nunca supe como demostrártelo.
Ojala algún día podamos volver a querernos menos, y querernos un poco mejor.
https://www.youtube.com/watch?v=n2fQndr3doQ