Llueve, y tengo la manía de cruzarme con tu recuerdo
cuando el cielo está gris, tal vez porque recuerdo cada lágrima que derramé en
el momento en que nos perdimos, tal vez simplemente recuerdo todas aquellas
noches escuchando llover juntos desde la ventana. Quien sabe… Pero es cierto
que, cuando llueve, la cama se hace más grande y la habitación más pequeña y me
ahogo aquí dentro sin ti.
La lluvia cae con más fuerza que la última vez, como
con más rabia, como si supiese que te estoy echando de menos y no debería. Como
si cayesen todos los reproches que no tuve tiempo a echarte en cara.
No te guardo rencor, ni si quiera te odio, y me
encantaría hacerlo, así tal vez te olvide de una vez por todas, pero no. Aún
sigo aferrada a un quizá que nunca llega, aún espero ese “ yo también te echo
de menos” que nunca escribes.
Y duele, duele estar aferrada a un hasta pronto, si
al menos me hubieses dicho adiós..Pero decidiste que era mejor dejar un signo
de interrogación abierto por si algún día nos echábamos de menos. Y vaya que si
te echo de menos…Pero parece que soy la única.
No entiendo por qué dejaste la puerta abierta si no
pensabas volver, créeme que duele menos un hasta nunca que un hasta pronto.
¿Hasta cuándo? Hasta que te des cuenta que ya no tienes nadie a quien querer?¿
Hasta que descubras que ya no te espero y entonces te des cuenta que realmente
has perdido y quieres regresar? No, a mí nunca me hizo falta perderte para
darme cuenta que quería estar contigo. Y si realmente a ti te hace falta es
otra señal de que siempre fui yo quien quiso de verdad.
No te culpo, yo también hubiese salido corriendo a
buscar a alguien mejor que yo, pero te
recuerdo que yo supe cómo quedarme cuando el resto del mundo se marchó. Y me encantaría poder quererte mejor,
quererte pero sin peros, sin miedo, sin dudas, sin reproches, pero cuando se quiere, tan fuerte, tan de
verdad es normal que tengas miedo a perder aquello por lo que merece la pena
seguir. Y estoy segura que algún día me entenderás.
Algún día cuando quieras tanto a alguien cómo para
estar dispuesto a darlo todo, te darás cuenta que amor también es enfadarse por
tonterías y correr a pedir perdón, también romperlo todo a trozos y quedarte
para volver a unirlos.
Si de verdad piensas que amor es estar siempre bien,
sin discusiones, sin celos, sin pataletas..Realmente no has estado enamorado
nunca.
Pero ahora ya no importa, ya ni si quiera me queda
tinta para escribir que te sigo queriendo, a pesar de todo, y que tal vez
quererte sea un error pero juntos fuimos un acierto. Y eso no puedo borrarlo
tan fácilmente.
Pero ya no quiero que vuelvas, ¿para qué? Si nunca
llegarás a sentir lo que yo siento, si por mucho que regreses siempre me
quedará la duda de que puedes volver a marcharte en cualquier momento. Vamos a
dejarlo así, con un bonito de recuerdo de lo que pudo ser y nunca será.
Me gustaría prometerte que si vuelves te voy a dar lo
mejor de mi, pero lo hice en su momento…Y parece que no fue suficiente.
Por eso hoy, soy yo quien pone un punto final a tus
tres puntos suspensivos.
0 comentarios:
Publicar un comentario