Hay gente que sigue sin entender que las ruinas, en algún momento, fueron dos personas que se querían. De la misma forma, supongo, que yo sigo esperándote a sabiendas de que ya estarás buscándote a otro que te folle por las noches y te prepare el mejor desayuno cuando despiertes, es decir, que te abrace como si, de alguna forma, tú fueses todas las respuestas. Y a lo mejor me equivoco, pero sé que aún te quiero porque no me importa lo que pase mañana, con tal de que me pase contigo. Ojalá me equivoque. Ojalá todo forme parte del periodo de desintoxicación de estas ganas de ser feliz que a veces confundo con tu mirada. Voy a hablarte por WhatsApp para preguntarte cómo ha ido tu día, y espero que me respondas que ya no quieres saber nada más de mí, porque en el fondo es lo que necesito: un empujón. Un pequeño empujón que lo termine todo, estoy en el borde de un precipicio, entiéndeme. Ayúdame: termínanos. Y mañana más, porque no amanece a gusto de todos, y me va a repetir el sabor de esos besos que nunca nos dimos. Ya ves que estás empezando a doler incluso antes de haberme herido, todo sea por mi estúpida manía de creer que cuando le digo "Te quiero" a alguien, voy a terminar con otra cicatriz más en el cuerpo. Y empieza a faltarme espacio.
Texto de Sergio Carrión
Hay gente que sigue sin entender que las ruinas, en algún momento, fueron dos personas que se querían. De la misma forma, supongo, que yo sigo esperándote a sabiendas de que ya estarás buscándote a otro que te folle por las noches y te prepare el mejor desayuno cuando despiertes, es decir, que te abrace como si, de alguna forma, tú fueses todas las respuestas. Y a lo mejor me equivoco, pero sé que aún te quiero porque no me importa lo que pase mañana, con tal de que me pase contigo. Ojalá me equivoque. Ojalá todo forme parte del periodo de desintoxicación de estas ganas de ser feliz que a veces confundo con tu mirada. Voy a hablarte por WhatsApp para preguntarte cómo ha ido tu día, y espero que me respondas que ya no quieres saber nada más de mí, porque en el fondo es lo que necesito: un empujón. Un pequeño empujón que lo termine todo, estoy en el borde de un precipicio, entiéndeme. Ayúdame: termínanos. Y mañana más, porque no amanece a gusto de todos, y me va a repetir el sabor de esos besos que nunca nos dimos. Ya ves que estás empezando a doler incluso antes de haberme herido, todo sea por mi estúpida manía de creer que cuando le digo "Te quiero" a alguien, voy a terminar con otra cicatriz más en el cuerpo. Y empieza a faltarme espacio.
0 comentarios:
Publicar un comentario